Rubix: "El riesgo es que la falta de mascarillas paralice o ralentice la producción de muchas empresas"
Rubix, una de las principales compañías de suministro industrial, alerta sobre la posible falta de stock de equipos de protección individual imprescindible para el funcionamiento ordinario de infinidad de sectores productivos
La empresa ha triplicado sus ventas con cerca de cuatro millones de mascarillas en apenas dos meses
La empresa que ha triplicado sus ventas con el coronavirus
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Madrid
Con o sin coronavirus son cientos de miles los trabajadores que a diario necesitan equipos de protección para desempeñar su trabajo cotidiano. Y entre ellos, las mascarillas de protección de las vías respiratorias son uno de los elementos más utilizados en cadenas de producción de todo tipo: sanitarias, farmacéuticas, alimentación, embotellado, automoción, construcción, paquetería, etc. La crisis del corona virus está disparando su demanda poniendo en jaque el mercado de los llamados EPIS, Equipos de Protección Individual, esenciales para la actividad económica en muchos sectores productivos.
"Estamos notando un incremento muy notable de la demanda, ya que muchos de nuestros clientes están haciendo acopio especial ante el riesgo de desabastecimiento. Si el año pasado vendimos unas diez o once millones de mascarillas, en lo que llevamos de este año vamos ya por unos cuatro millones", ha explicado en la Ventana Vladimir Peñafiel, director de Operaciones de Rubix-España, una de las principales compañías de suministro industrial del país, con sede en Galdácano (Bilbao) y medio centenar de sucursales en toda España. "Tenemos proveedores que ya nos han advertido sobre la posibilidad de quedarse sin stock si el ritmo se mantiene así en las próximas semanas. El riesgo es que, sin elementos de protección, los empleados no pueden trabajar y, en consecuencia, se podría parar o ralentizar la producción en muchas empresas".
En los setenta años de vida de esta empresa, aunque operando bajo otros nombres comerciales, sus responsables aseguran no haber vivido una situación semejante. "Ha habido otras pandemias, la de la gripe A o el SARS pero la diferencia es que entonces la demanda se concentraba en canales internos a nivel empresarial o técnico, ahora la preocupación ha llegado a la calle. Son muchísimos los particulares que nos llaman a diario porque quieren mascarillas", ha asegurado Peñafiel que también lamenta la venta oportunista y en algunos casos desbocada de precio de la que se están aprovechando algunos de modo irresponsable.
Las mascarillas que se utilizan en suministro industrial son de carácter desechable. "Su uso está aconsejado, según los turnos laborales y el nivel de exposición, para jornadas de 24 o 48 horas aproximadamente. Después deben reemplazarse". Eso obliga a las empresas a contar con stocks permanentes para asegurar su producción, con contratos que acostumbran a cerrarse anualmente.