"Es un crimen ambiental y económico que la tercera parte de los productos que se generan acaben en la basura"

La pasada semana el Parlamento catalán aprobaba por unanimidad una Ley para acabar con el desperdicio alimentario. Los bares y restaurantes catalanes deberán ofrecer envases biodegradables sin coste adicional para que los clientes se puedan llevar a casa la comida que les sobre.

Dentro de esta Ley encontramos medidas como la norma por la que todos los sectores de la cadena alimentaria estarán obligados, en el plazo de un año, a tener un plan estratégico de lucha contra el desperdicio alimentario que cuantificará cuánta comida se tira —los datos que recojan se incluirán en un registro— y definirá las medidas oportunas en cada caso. También se insta a las empresas a incentivar la venta de productos con caducidad próxima.

Rosa García, directora de Rezero, fundación para la prevención de residuos y consumo responsable, se mostró ilusionada en SER Consumidor con la puesta en marcha de esta nueva norma. “Es la primera ley en España y pionera en prevención de residuos a nivel europeo. Es un gran paso que nos tiene que ayudar a promover otro modelo de consumo y de producción”, comentó.

Desde la fundación denuncian que hoy en día se siga tirando tanta comida. “Es un crimen ambiental, social y económico que hoy en día la tercera parte de los productos que se generan se acaben desperdiciando”, expuso la directora de Rezero. Y es que un estudio elaborado por la UAB en 2010 estima que en Cataluña se desperdician 262.000 toneladas de alimentos cada año, unos 35 kilos por habitante, que en términos económicos corresponden a 840 millones de euros anuales.

Rosa García asegura de que la hostelería llevará a cabo sin ningún problema todas estas medidas, ya que frenar el desperdicio alimentario también beneficia económicamente. “Hay muchos restaurantes que ya llevan mucho tiempo trabajando en esto. Les conviene no desperdiciar tanto alimento y seguro que van a adoptar muy bien todas estas medidas para facilitar también que el consumidor pueda hacer este consumo responsable”, explicó. 

 ¿Nos da vergüenza llevarnos las sobras a casa?

“Tenemos que quitarnos de complejos y hacer lo que los americanos llevan mucho tiempo haciendo: si te sobra comida en el plato en un bar, en un restaurante, te la llevas para casa”, comentó la directora de la fundación para la prevención de residuos.

Algunos supermercados ya llevan tiempo tomando algunas de las medidas que a partir de ahora serán obligatorias, como por ejemplo, reducir el precio de los producto con caducidad próxima. Y alentó a los consumidores a decantarse por estas ofertas. “Son medidas fáciles, y el comprador se lleva a casa un producto en perfecto estado para su consumo”.

 El objetivo de esta Ley es que en 2030 el desperdicio alimentario se reduzca un 50% en Cataluña, aunque esperan que esto “se traslade a todo el territorio estatal y que podamos avanzar como sociedad”, concluyó.