José Esquinas: "La economía mundial está en crisis porque solo consumimos lo que necesitamos"
Esquinas, ingeniero agrónomo y doctor en genética, ha trabajado durante décadas desde la FAO para combatir el hambre y la malnutrición, "la mayor pandemia" que existe
"El problema esencial con el que nos estamos enfrentando es una crisis de ética y de valores. Damos más importancia al crecimiento económico que al cuidado de nosotros mismos", señala
José Esquinas durante la recogida del galardón a la trayectoria personal de los Premios FAO España en 2012 / Cadena SER
Madrid
No es contagiosa, pero “la mayor pandemia que hay es el hambre”, afirmaba José Esquinas en una entrevista concedida hace un año a eldiario.es. La crisis sanitaria provocada por el coronavirus ha derivado en una crisis económica y social de gran envergadura y agudizado problemas que ya existían. Las estimaciones del Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés) apuntan a que unos 265 millones de personas podrían sufrir una “falta crítica y acentuada de acceso a los alimentos” y a que tendrán “niveles de malnutrición elevados”. “Producimos un 70% más de los alimentos necesarios, pero cada día mueren 40.000 personas de hambre: ¿qué está pasando? ¿qué estamos haciendo mal”, se pregunta retóricamente Esquinas, quien durante 30 años trabajó en la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Roma.
José Esquinas: "La economía mundial está en crisis porque solo consumimos lo que necesitamos. Ese es el gran problema"
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Según los datos de esta organización, un 16% de la población mundial, 135 millones de personas, ya estaba expuesta, antes de la crisis del coronavirus, a una aguda inseguridad alimentaria. Las consecuencias de la pandemia han provocado que las cifras de las personas que pasarán hambre en el mundo se dupliquen en cuestión de un mes. Con todo, los 265 millones de personas son solo la punta del iceberg porque los datos evidencia que hay más de 800 millones de personas subalimentadas en el mundo. Toda esta maraña de datos se resume en que una de cada nueve se acuesta sin haber comido las calorías mínimas para su actividad diaria.
A pesar de no existir todavía una vacuna desarrollada frente al coronavirus, muchos gobiernos trabajan ya con la vista puesta en la reapertura de la industria y del comercio. "El problema esencial con el que nos estamos enfrentando es una crisis de ética y de valores. Damos más importancia al crecimiento económico que al cuidado de nosotros mismos”, señala Esquinas, al mismo tiempo que explica las consecuencias de esa crisis tiene sobre la comida: "El alimento, de ser ser algo esencial para la vida humana, ha pasado a ser una pura mercancía que sirve para obtener beneficios (…) más de un tercio de la producción mundial de alimentos va a parar a la fabricación comida basura que, además, produce problemas de salud"
Uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados por la ONU para esta década era, precisamente, “poner fin al hambre, la seguridad alimentaria y promover una agricultura sostenible”. Lejos de eso, señala Esquinas, “gastamos en armamento lo suficiente para alimentar a los que mueren de hambre en un día durante 150 años. Es una vergüenza y una irresponsabilidad colectiva".
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La agricultura es el mayor empleador del mundo y la principal fuente de ingresos para casi el 40% de la población mundial actual, especialmente en hogares rurales, según revelan los datos de la ONU. Sin embargo, los pequeños productores, poco o nada tienen que ver con los grandes conglomerados de la agroindustria, responsables del deterioro ambiental de importantes zonas del planeta como resultado de la explotación intensiva de la tierra. En este sentido, Esquinas apela a la responsabilidad individual que cada persona como consumidor: "Depende de mi carro de la compra y de lo que yo decida, incentivar un tipo u otro de producción agrícola. Consumir no es un acto inocuo, es un acto político". De hecho, denuncia que los gobiernos subvencionan, de formar encubierta, a estas grandes compañías: “Por cada euro que gastamos en productos producidos por la gran agroindustria, estamos pagando, de nuestros impuestos, dos euros más para paliar las consecuencias medioambientales y de salud”, concluye.
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Daniel Sousa
Es redactor en EL PAÍS Audio y colabora en ‘A Vivir que son dos días’ de la Cadena SER. Ganador del...
