Una batalla campal por diferencias en los gustos musicales
Hoy recordamos una pelea masiva que tuvo lugar en la playa de Brighton, al sur de Inglaterra, a partir del 18 de mayo de 1964
Una reyerta sin mucho sentido
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Motivaciones para violentarte contra alguien hay muchas. Que no comparta tu afición por un equipo de fútbol, que tenga un Dios diferente al tuyo o que tenga un distinto color de piel. La verdad es que podemos encontrar motivos para pegarnos en cualquier cosa. En la segunda mitad del siglo XX la música se convirtió en una fuente de rivalidades que serían bastante complicadas de explicar a un alienígena.
Hoy recordamos una pelea masiva que tuvo lugar en la playa de Brighton, al sur de Inglaterra, a partir del 18 de mayo de 1964. Y digo “a partir” porque la batalla campal se alargó durante dos días. Los cientos de pendencieros que allí se congregaron tenían mucho más en común que la mayoría de los mortales. Eran todos jóvenes, todos de clase trabajadora, y todos obsesionados con una estética derivada de la música que les gustaba.
Pero, por alguna razón, el hecho de que unos se consideraran roqueros porque les gustaban el rock and roll de cantantes como Eddie Cochran o Gene Vincent era incompatible con la música tipo ska y Rhythm and Blues que escuchaban los otros, los mods. Los primeros iban con chaquetas de cuero, patillas y tupé, mientras que los segundos iban bien afeitados y con parkas.
Y el 18 de mayo de hicieron uso de otra de las cosas que tenían en común para encontrarse en Brighton. Los dos grupos se dirigieron allí con sus respectivos tipos de motocicletas. Dentro de lo que cabe, la batalla tampoco parece que fuese todo lo terrible que pueda parecer, porque de las mil personas congregadas, sólo dos fueron al hospital con heridas y 51 fueron arrestadas. Vamos, que los mods y los rockers se odiaban, pero también parece que tuvo un mal día la prensa, exagerando bastante el nivel de violencia de los jóvenes.