Banco de España: luces largas para la economía nacional

Madrid

“Este año se registrarán, previsiblemente, los retrocesos del PIB más abultados desde la Segunda Guerra Mundial en el conjunto de las economías avanzadas, y desde la Guerra Civil, en el caso de España” ha apuntado este lunes el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, en la Comisión de Economía en el Congreso, donde ha comparecido para explicar el impacto del COVID-19 en la economía española. Um impacto al que nuestra economía está especialmente expuesta por tres factores, el elevado peso del sector turístico, la alta tasa de temporalidad y el gran porcentaje de pequeñas empresas en el tejido empresarial; y que solo se puede frenar, según el gobernador, a través del gasto público.

De hecho, el Banco de España ha revisado sus previsiones y el impacto de la pandemia será mayor de lo estimado inicialmente por el regulador: si la previsión en abril era una caída del Producto Interior Bruto de entre un 6,6% y un 8,7%, hoy Hernández de Cos ha señalado que ese escenario es ya “poco realista”. La previsión, ahora, pasaría por una caída de la riqueza nacional entre un 9,5% y un 12,4% en 2020, y una recuperación más modesta en 2021, que estiman que será de entre un 6,1% y un 8,5%. Con estas horquillas, y según la previsión del regulador, la ratio de deuda pública se elevaría hasta el 115% en el mejor de los casos, y superaría el 120% en el peor escenario. Por ese motivo, Hernández de Cos ha pedido a los diputados que pacten un plan de ajuste gradual y a medio plazo, que se podría alargar hasta una década, es decir, que involucraría varias legislaturas, con el objetivo de evitar una nueva crisis de deuda.

Según ha explicado Javier Andrés, Catedrático de Fundamentos de Análisis Económico en la Universidad de Valencia, en Hora 25 de los Negocios, que "lo único que puede sostener la economía, para que la caída no sea todavía más estrepitosa, es un aumento del gasto público, y eso se ha de mantener hasta que la economía no se normalice". Y para hacer frente a este gasto público, defiende Andrés, "seguramente subirán unas tasas más que otras, seguramente los impuestos especiales, los impuestos de sociedades -algunas de las bonificaciones que tienen- son los principales candidatos, puede que algún ajuste del IVA también, pero serán los dos primeros donde vaya a descansar más".