Repartir los sacrificios
Esta es la hora en la que vamos a poder contemplar en su crudeza cuán patriotas son unos, los que tanto presumen de ello, y cuánto los demás, que bastante tienen con sobrevivir. Los sacrificios, para todos
Madrid
A medida que las cifras terribles de la Covid se reducen más y más, esta normalidad a la que nos acercamos, con pies de plomo y más miedo que vergüenza, que todo hay que decirlo, la cruda realidad económica y social se nos viene encima como un alud alpino.
Llega el momento de asentar bien los pies en el suelo y empezar a pensar, seriamente y con mucha y repartida responsabilidad, las medidas a tomar para evitar que este desastre acabe con todo el tejido productivo y logremos salir del pozo al que nos hemos visto arrastrados.
La crisis de 2008 se la tragaron, entera, la clase media y baja. Por si no se lo creen, recordemos que un estudio del Credit Suisse revelaba que los millonarios en España pasaron de 172.000 a 979.000 en la última década.
Así que esta es la hora en la que vamos a poder contemplar en su crudeza cuán patriotas son unos, los que tanto presumen de ello, y cuánto los demás, que bastante tienen con sobrevivir. Los sacrificios, para todos.
