Dos mujeres

Si entran en cadenaser.com podrán ver la imagen de dos mujeres. La mayor, en silla de ruedas, recibe el abrazo de una familiar, arrodillada. Y ambas se emocionan porque llevaban mucho sin abrazarse. Es, de hecho, un abrazo distinto. Porque entre una y otra hay un plástico.

En una residencia de Valencia han puesto un gran plástico que, a la vez que separa, une a los familiares. Esa es la realidad del coronavirus, con más de 27.000 muertos en España.

Con miedo todavía en los hospitales entre quienes se vieron desbordados, según nos reconocía en este mismo programa el director médico del Clínic de Barcelona. Hay otra imagen que se ha vuelto viral.

También son dos mujeres. Dos sanitarias que posan en el hospital con este cartel: "Se solicitan voluntarios que no crean en el covid19. Como no es real, no se les dará equipos de protección". Hay ciertos colectivos empeñados en trasladar la idea que los hechos, que la enfermedad, son cuestión de fe -como si uno pudiera creer o no creer- y a lo mejor es por eso por lo que han metido al diablo, en una mezcla de teorías negacionistas, conspiranoicas, antivacunas, que cruzan chips y bulos, y que se expanden pese a las evidencias. En Italia se han puesto chaquetas naranjas para darse cierta uniformidad.

En plena crisis, las autoridades tienen que ir sacando tiempo para desmentir bulos. Es lógico el miedo y la incertidumbre. Lo reconocen los médicos, para empezar. Y suele decirse que todas las opiniones son respetables. Pero no todo son opiniones, y esa es la diferencia que recuerdan esas imágenes de dos mujeres, en el hospital o en la residencia: la diferencia que va de lo que uno crea a lo que de verdad hay, lo que va de la ilusión a la realidad.