¿Subirán los precios de las grandes plataformas de reparto de comida a domicilio?

Madrid

Hasta ahora, la relación laboral entre la plataforma y el repartidor era de contrato mercantil con un trabajador que podía ser autónomo puro o autónomo económicamente dependiente (TRADE); fórmula pensada en sus orígenes para repartidores dueños de su propia furgoneta, cuyos pedidos se destinaban en la inmensa mayoría a un único cliente.

Frente al modelo habitual de empresas de reparto tradicionales, estas plataformas digitales se desvinculan de proporcionar a sus trabajadores el equipo necesario (bicicleta, moto, móvil) y la cobertura de los gastos de la seguridad social con el objetivo de ahorrar costes y aumentar sus beneficios.

Empresas como Glovo, Uber Eats o Deliveroo alegaron ser simples intermediarios entre dos negocios: el de quien elabora las comidas y el del autónomo que las reparte. Distanciamiento que se agrandó al encomendar a algoritmos la organización de la actividad, favoreciendo mediante el sistema de puntuación a aquellos repartidores con mejor nota para elegir su horario y pedidos.

¿Qué cambios supondrá la sentencia del Supremo?

En primer lugar, se produce una impugnación total del modelo: “Glovo no es mera intermediaria entre comercio y repartidores, sino que coordina el sistema productivo, es quien fija cómo se hace el trabajo, lo que es un síndrome claro de laboralidad”, explicó Rafa Bernardo.

Además, la sentencia subraya que los repartidores no tienen libertad de elección de pedidos ni horarios por el sistema de puntuación: síntomas claros de control sobre los trabajadores. También Glovo acuerda los precios con los restaurantes, fija las tarifas de los trabajadores y el precio por kilometraje. Por último, señala que, en este negocio, las herramientas principales de trabajo son los propios programas informáticos que reciben los pedidos, es decir, la aplicación perteneciente a la empresa.

En esa misma línea legislará el Gobierno, tal y como anunció hace una semana Yolanda Díaz en el Consejo de Ministros: “Vamos a hacernos eco de la reciente sentencia del Tribunal Supremo (…) Había escasas dudas jurídicas acerca de la naturaleza laboral de los denominados riders. Una persona que va en bicicleta no es un emprendedor, es un simple trabajador”.

¿Subirán los precios del servicio?

"Muchas de esas plataformas ni siquiera tienen beneficios, llevan años operando en pérdidas, funcionando con modelos de startup y financiándose por medio de inversores externos", nos contó Rafa Bernardo.

La sentencia cambiará su estructura de gastos, tendrán que añadir el pago de las cotizaciones sociales a sus trabajadores: ¿Podrán seguir operando a pérdidas? En caso negativo, estos nuevos gastos les harán o bien subir los precios, o bien perder márgenes de beneficio en las comisiones aplicadas a los restaurantes, que se sitúan actualmente entre el 20 y el 40%.

Las 3 grandes plataformas digitales de reparto a domicilio

Son tres las principales empresas que operan con riders en España: Glovo, Uber Eats y Deliveroo. Según su propia patronal, en 2019 ocupaban a más de 15.000 riders y tenían cerca de 64.000 acuerdos con establecimientos de hostelería.

De entre las tres, Glovo es la principal plataforma de reparto en España, con un 43,3% de cuota de mercado, aunque seguida de Just Eat, empresa cuya cuota es del 27,8% y que ya cuenta con un modelo laboral en el que sus trabajadores están contratados o subcontratados. Así lo recoge el estudio "Plataformas food delivery" de la app de finanzas Fintonic.

Además, estas plataformas han experimentado un repunte con la pandemia: reciben más pedidos, de más usuarios, por lo que, en definitiva, nos encontramos ante un panorama de muchos cambios para el sector.