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La eterna promesa de la creación de empleo: ¿qué presidente de la democracia la ha cumplido?

Adolfo Suárez, Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy y ahora, Pedro Sánchez, han prometido a los ciudadanos crear empleo, sobre todo en época de crisis

La eterna promesa de la creación de empleo: ¿qué presidente la ha cumplido?

La eterna promesa de la creación de empleo: ¿qué presidente la ha cumplido?

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Madrid

La creación de empleo es la gran promesa y casi siempre fallida de todos los presidentes del Gobierno. Uno tras otro ha prometido miles de empleos que no llegaban a lo largo de toda la democracia. El primero, Adolfo Suárez y la Unión de Centro Democrático. "Pienso, que ya está ordenado el mapa político español y se puede comenzar a construir sobre él. Esta España que ya es políticamente de todos debe serlo también en lo social, en lo económico y en lo cultural", dijo Suárez. Prometía empleo pero cuando llegó al poder topó con una crisis del petróleo que llegaba a España con retraso pero con crudeza. En sus tres años y medio de Gobierno se perdió un millón de empleos. Y eso arrastró también a su sucesor, a Leopoldo Calvo Sotelo que recibió 11,7 millones de ocupados y dos años después dejaba 11,5. Se habían perdido otros 200.000 puestos de trabajo.

Y entonces volvió la promesa del empleo. La cifra fue redonda de nuevo: Felipe González comprometió los mismos 800.000 puestos de trabajo que ahora promete Pedro Sánchez. 

Esa promesa llegó en septiembre del 1982. El PSOE llegó a poner por escrito aquella promesa pero iba a ser otra promesa fallida. Lo hizo en su programa electoral para las elecciones del 92: 800.000 empleos netos en 4 años prometía entonces Felipe González. "He querido subrayar la gravedad del drama humano que constituye el paro. Y, por eso, convoco a todos los que sientan ese problema a la imaginación y al esfuerzo en torno a una decidida política cuyo objetivo se cifra como consta en nuestro programa en la creación de 800.000 empleos netos en cuatro años", dijo González.

Después de su segunda legislatura, se habían creado en España 1,6  millones de empleos y se tocaban los 12,7 millones de ocupados. Pero tras el 92 llegó otra crisis y, en el 93, la tasa de paro en España (que González había recibido en un 16,1%) tocaba el 23,9%. No sólo no se crearon 800.000 empleos sino que se destruyeron 800.000. Saltamos de 2,1 millones de parados a 2.968.000.

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Para cuando González dejó el poder, el paro había comenzado a caer pero seguía en el 22,1% y el PP hacía campaña diciendo que el saldo de González había sido crear "ochocientos o mil empleos". Entonces llegó José María Aznar quien sí consiguió un boom en el empleo. 

Llegó Aznar y con él el boom del ladrillo y los pelotazos urbanísticos. La obra empezó a llevar gente al tajo y a reactivar el empleo en España. Sólo en la primera legislatura de Aznar se crearon 1,9 millones de puestos de trabajo. La tasa de paro bajo del 22 al 12% y Aznar se presentó a sus segundas elecciones prometiendo más.

"Hemos creado un 1.900.000 puestos de trabajo en cuatro años. Queremos crear 1.400.000 nuevos puestos de trabajo en los próximos años. Ese es nuestro objetivo. Y ahí, los jóvenes españoles, las mujeres españoles que tienen que incorporarse al trabajo. Ahí está nuestro reto de futuro", afirmó Aznar.

Para cuando Aznar dejaba el poder, se habían creado en España, bajo su mandato, más de cuatro millones de puestos de trabajo. La tasa de paro quedaba en el 10,5% y Aznar todavía pedía más: para el que había designado como sucesor, Rajoy: "Llevo algo más de 7 años frente al Gobierno de España y pido que todo eso que hemos conseguido, ese empleo creado, esos 4 millones de puestos de trabajo, sean más".

Y lo fueron, pero con José Luis Rodríguez Zapatero, que también hizo la misma promesa de todos los presidentes: más empleo. Y también fue una promesa fallida. Zapatero llevó la tasa de paro al mínimo histórico: un 8,2% en el año 2006. Nunca el paro había estado tan bajo en nuestro país, un paro del 5% se considera pleno empleo. La población activa tocó los 20 millones de trabajadores, algo que todavía hoy se plantea como objetivo.

Pero con la explosión de la burbuja inmobiliaria, con la Gran Recesión llegaban también las grandes promesas de empleo: "Me comprometo a crear 1.200.000 puestos de trabajo para las mujeres y que el salario sea el mismo que para los hombres".

1.200.000 puestos de trabajo prometía. Cuando se marchaba, se habían perdido 3.000.000 de puestos de trabajo. El paro había saltado del 8 al 22%. Y la población activa que llegó a estar en 20 millones, quedaba en 17,8. Otra promesa fallida

Queda Mariano Rajoy. Se llegaron a prometer 3.000.000 de empleos en las filas populares. En los primeros años de Rajoy siguió subiendo el paro. Y tocamos nuestro récord en tasa: un 25,7%. Jamás había estado tan alto, pero a partir de 2013, 2014 y 2015 comenzó a bajar el paro con cierta reactivación económica y con una población que se fue de España y rebajó la tasa de paro. Así que empezó una puja de millones de empleos que se iban a crear. 1.000.000, decía Sáenz de Santamaría, 3.000.000, prometía González Pons, 20 millones prometía Margallo, que querría decir probablemente 20 millones de población activa, pero bueno.

Las promesas del empleo siempre son gratis. Para cuando la historia y la hemeroteca pasan cuentas, casi nadie, salvo Aznar, queda bien retratado.

 
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