El tabú de la muerte: "No vivimos pensando en la muerte porque si no, no vivimos"
Carla Guimarães evitó tener una conversación sobre la muerte cuando terminaba la vida de su padre; ahora se ha dado cuenta de la importancia de hablar de ello
Día de los difuntos: el tabú de la muerte
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Madrid
Durante este fin de semana millones de personas se han acordado de sus familiares fallecidos y los han honrado como han podido. Hoy se celebra el día de los difuntos y nos ha parecido oportuno recordar un artículo de Carla Guimarães titulado ‘Tenemos que hablar de la muerte’ publicado en el periódico ‘El País’ a mediados de octubre en el que habla de la muerte de su padre y de cómo su padre quiso hablar directamente con ella sobre su muerte, algo que Guimarães evitó.
<p>El psiquiatra Jesús de la Gándara destaca en La Ventana la importancia de ritualizar el duelo para sobrellevar las pérdidas de la pandemia: 'Fechas como las de hoy tienen un componente simbólico importante, creo que se debería haber facilitado en lo posible el acceso a los cementerios'</p>
"En mi caso escribir me salva, todo lo que me pasa en el momento en que lo pongo en el papel (..) pues me da un sentido y ese sentido en cierta manera me salva. Y escribirlo para mí es sanador", contaba la escritora esta tarde en 'La Ventana' con Carles Francino
Una de las preguntas que se hizo a la hora de escribir este artículo en ‘El País’ fue si debía hacerlo, si debía abrirse tanto; ya no por ella sino por su familia: "Para mí no es complicado compartir mis emociones con los lectores. Lo que pensé es que quizá fuera complicado para mi madre o mi hermana". Pero lo cierto es que al final no fue un problema: "Me dijeron que sí, que hace falta hablar de ello".
Uno de los momentos más desgarradores del texto de Guimarães es en el que rememora el día que su padre le dijo que iba a tomarse un zumo y se lo encontró haciendo el gesto de beberlo, pero sin ningún líquido. Guimarães entiende que ese fue un punto de inflexión: "Para mí fue el antes y el después. Me di cuenta de que eso iba a peor y era una situación con la que no podía lidiar. (...) A partir de ahí empieza el duelo".
Y a partir de ahí comenzó otra conversación importante con su familia entorno a la muerte y al derecho a la muerte digna: "Cuando vimos que la enfermedad de mi padre avanzaba pensábamos: «¿Qué hacemos?»" explica Guimarães que cuenta cómo se enfrentaron a esa impotencia de no poder hacer nada porque en Brasil la Eutanasia también está prohibida; así que esos últimos días giraron en torno a ese derecho a la muerte digna
Y es que la enfermedad que padecía el padre de la escritora no es solo la pérdida de memoria, es una "pérdida de dignidad", cuenta Guimarães: "Esa enfermedad es tan tremenda que mi padre pasó los últimos años de su vida tumbado en una cama".
Carla Guimarães entiende que "todos tenemos un cierto reparo para hablar de la muerte" y que escribió ese artículo a modo de "mea culpa" porque se sintió culpable durante muchos años. Ahora le cuesta menos hablar de la muerte, al recibir terapia psicológica "he incorporado en mi vida hablar de la muerte" tanto con su pareja como con el resto de su familia.
"No vivimos pensando en la muerte porque si no, no vivimos", dice esta escritora que no es creyente que entiende que este es un factor más por el que "nos da mucho miedo hablar de ello porque para mí por lo menos es el fin".