Abril Zamora, la actriz española que 'se codea' con Sophia Loren
La actriz participa en 'La vida por delante', la nueva película de Netflix que protagoniza la diva italiana
La entrevista completa a Abril Zamora, en vídeo / Cadena SER
Madrid
Sophia Loren regresa al cine a sus 86 años para protagonizar 'La vida por delante', nueva película de Netflix que dirige su hijo, Edoardo Ponti. En este drama, que adapta la novela de escrita en 1975 por Romain Gary, interpreta a una superviviente del Holocausto que acoge en su casa a un niño africano inmigrante, que ha perdido a sus padres, y a otros niños hijos de prostitutas del barrio. Es el caso de Lola, el personaje que encarna la actriz española Abril Zamora, la amiga y la vecina en ese barrio marginal donde conforman una segunda familia para salir adelante. La intérprete no sabía nada de italiano, perdió el miedo inicia a rodar con la diva italiana y celebra que la normalización y visibilización de la representación trans con este tipo de personajes.
¿Cómo ha sido el proceso, el casting? ¿En qué momento sabes que tienes la posibilidad de participar en una película con Sophia Loren?
Un día me deja un mensaje mi representante, Katrina Bayonas, y me dice: “están interesados en ti para una película en Italia, ¿hablas italiano?”. Yo le dije que no tenía ni idea de italiano y me dijo, bueno, pues nada, vale. Pero después mi insistió en que era una película muy guay con Sophia Loren. Y al final me lo prepararé con una coach, hice aquí una prueba grabada, la mandaron allí, luego tuve una reunión con el director vía Zoom, tuve otra prueba en Roma y me cogieron. Me dio muchísimo vértigo pero también pensé que el ‘no’ ya lo tenía y, como ellos sabían que no hablaba italiano, era un riesgo pero me apetecía correrlo por si sonaba la flauta. Y al final he tenido este estupendo regalo, que ha sido una experiencia maravillosa el poder irme a grabar fuera una película.
Pero el italiano lo manejas al final bien…
-Risas- No lo manejo nada bien, no hablo italiano, lo aprendí como aprendía Sara Montiel en su época el inglés, todo fonéticamente. Es curioso, porque como yo soy catalana, y hay algunas similitudes, en algunos momentos me aprendía el texto tan de tirón que a lo mejor me olvidaba alguna palabra que hacía que la frase perdiera el sentido. Es cierto que cuando estuve rodando allí, como fueron bastantes semanas, sí que había cosas que se me quedaron, pero a día de hoy te puedo asegurar que las he olvidado todas. De hecho, me han llamado par algún otro proyecto en Italia y temo tener que ponerme seria con el tema, a aprender italiano.
¿Cómo fue el rodaje? En una zona de Italia, además, que no está tan representada en el cine, esa parte del sur más marginal, con la inmigración…
La Italia que se muestra en la película es otra cosa, es una Italia de extrarradio, de lugares pequeños, grabamos en un pueblo pesquero diminuto donde creo que nunca habían visto a una chica trans en persona y para mí era curioso caminar por las calles y que todos me señalaran y miraran. Y luego grabamos en Bari, una ciudad ya más grande donde fue todo más cómodo. Fue maravilloso por la oportunidad de ir a estos lugares que no sabía ni siquiera ubicar en el mapa en realidad. Estoy muy contenta de haber conocido esa parte de Italia menos vacacional.
La historia de tu personaje, una chica trans, la cuenta el niño, y no está determinada por condición de mujer, sino por la situación económica y familiar, ¿es eso también un cambio al contar estos personajes?
Yo siempre digo que es maravilloso meter dentro de la ficción personajes LGTBI+ y cuanto menos estén centradas las tramas en el hecho de que son LGTBI+, pues mejor, es mucho más enriquecedor y ayuda mucho más a la visibilidad. Que el personaje sea trans o no, que lo es y se menciona en algún momento, es irrelevante en la película y eso siempre es un plus para actuar. Cuando eres una actriz trans en España te van a ofrecer personajes muy de vez en cuando, porque la gente no corre mucho riesgo, y vas a recibir guiones para interpretar a una prostituta posiblemente donde la trama se centre en el hecho de la transexualidad. Y aquí, aún siendo el mismo tipo de personaje, importa más su situación económica, el hecho de que sea una madre que no pueda cuidar a su hija, de que crean como una familia elegida y no de sangre que el hecho de el personaje sea trans o no lo sea. Se trata con mucha naturalidad y es muy guay.
Es el personaje de la amiga, la vecina y es interesante ese retrato de las segundas familias creadas en los márgenes
Es muy interesante, y es algo que nos ha enseñado mucho RuPaul Drage Race en realidad, que los personajes de minorías siempre acaban buscando gente que les dé cobijo, que les dé el cariño que no reciben de sus familias de sangre. Es de los temas más interesantes dentro de la peli, el mensaje de que es también tan importante la familia elegida como la biológica y creo que tiene mucho que ver con que todos son personajes descarriados en el buen sentido, con un camino poco esperanzador y solitario. Que se junten y que se acepten es el mensaje bonito de la película. Yo soy de Barcelona y amo a mi familia pero es cierto que vivo desde hace muchos años en Madrid y poco a poco vais creando tu familia cercana y te das cuenta de lo necesaria que es para ti. Es guay tener a alguien en quien apoyarte cuando lo necesitas.
¿Impone Sophia Loren?
Pasé por todo la verdad, no me di cuenta de la magnitud hasta que llegué allí y me la encontré de cara el primer día. En este rodaje tenía dos opciones, crecerme yo como actriz y llegar y decir, tú eres Sophia Loren pero yo soy Abril Zamora, o hacerme pequeñita. Llegué acojonada al rodaje pero cuando la vi tan cercana, no había rastro de la diva que imaginaba, me facilitó mucho las cosas. El hecho de que tenga una actitud tan humana hace que las desmitifiques un poco, pero es cierto que en los días previos a ir yo estaba bastante asustada. No hablo su idioma, ella la pobre intentaba hablar conmigo, me susurraba cosas en italiano o en inglés, y al final me decía: ¿no estás entendiendo nada, no? Y yo, no Sophia, lo siento -Risas- Soy una actriz muy insegura y me boicoteo mucho, esa cosa tan de actriz, y llegué con mucho miedo y sintiéndome muy pequeñita pero intenté crecerme ya que habían creído en mí. Fue un trabajo súper enriquecedor y ella lo puso fácil.
¿Cómo está cambiando la representación, la visibilización, trans, y más ahora justo con la serie ‘Veneno’?
Está cambiando muchísimo la cosa. A veces es desalentador cuando ves que se cuenta con actrices trans pero de pronto en una serie super importante, ponen a una actriz cis. Piensa que vas para atrás con esas decisiones, pero son cosas que pasan y no podemos estar mirando con lupa todo lo que se hace. Es cierto que ‘Veneno’ ha dado un paso de gigante porque ha dado trabajo a muchas actrices trans, lo bonito y lo esperanzador sería que, después de ese trabajo, ellas puedan seguir trabajando e interpretando personajes trans, cis, o lo que sea, pero trabajando. Que no sea solo un espejismo por la serie de los Javis, que creo que es una serie estupenda y que ha subido el nivel de la ficción en muchos aspectos y que ha ayudado a normalizar y visibilizar un elenco tan maravilloso de actrices trans. Estamos en el camino correcto, cada vez se cuenta más con actrices trans. En la serie ‘El desorden que dejas’ hago un personaje que no dice en ningún momento que sea trans, las cosas pueden ir cambiando poco a poco.
José M. Romero
Cubre la información de cine y series para El Cine en la SER y coordina la parte digital y las redes...