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Un perro alcalde y el creador del periodismo 'Gonzo': las elecciones más surrealistas de Estados Unidos

Las recientes elecciones celebradas en el país norteamericano, marcadas por las declaraciones a golpe de tweet de Donald Trump, no son únicas en este país donde se han llegado a celebrar comicios todavía más extraños y desconcertantes

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Madrid

Esta semana hemos visto cómo se escribe la historia con las elecciones en Estados Unidos. Unas elecciones con momentos bastante frikis que ya se han convertido en meme, pero que no son únicas en este país donde se han llegado a celebrar comicios todavía más extraños y desconcertantes, aunque no fueran a nivel nacional.

Un perro, ganador de las elecciones en un pueblo de California

En uno de los casos más extraños, el protagonista y ganador de las elecciones fue un perro. Ocurrió en 1981, en una pequeña localidad de California llamada Sunol.

El nombre del pueblo rinde homenaje a Antonio María Suñol, un marinero español que llegó a California en 1818. Vivió en San José, ciudad de la que llegó a ser alcalde cuando aún formaba parte de México, y en algún momento estuvo a cargo de dos ranchos, el Rancho los Coches, y el Rancho San José, donde hoy se levanta Sunol.

Esta pequeña localidad, que no ha tenido más de 2000 habitantes, y que hoy apenas llega a los 1000 se tomó a broma estas elecciones

¿Cómo fue la campaña electoral?

Al principio de la campaña electoral estaban los dos candidatos humanos estándar, lo que uno puede esperar. Pero, en el bar del pueblo, un hombre llamado Brad Lever andaba bastante borracho mostrando su oposición a los candidatos. Además, Lever aseguraba que su perro Bosco, una mezcla de labrador y rottweiler, podía vencer a ambos candidatos.

La broma fue cogiendo forma y lo inscribió como candidato del partido 'Re-Pup-Lican', una broma cambiando una letra del partido republicano, y que se traduciría como “El partido de los cachorritos”. Su eslogan de campaña fue “Un hueso en cada plato, un gato en cada árbol, y una boca de riego en cada esquina. Parece que a la gente le gustó aquello y lo acabaron eligiendo como alcalde. En Sunol quedaron tan contentos que incluso le hicieron una estatua de bronce que mucha gente va hoy a visitar.

La historia del alcalde-perro, además, tuvo impacto internacional. El diario británico Daily Star hizo un reportaje en el 84, bautizando Sunol como “el pueblo más disparatado del mundo”, y en 1990 salió en el Diario del Pueblo, en China. En China lo pusieron como ejemplo de la decadencia de las democracias occidentales, que eran capaces de elegir un perro.

Los vecinos de Sunol explicaron que aquello era una broma, pero el caso es que Bosco fue alcalde hasta su muerte en 1994.

“Freak Power” para acabar con los traficantes, con el asfalto y con los edificios altos

Aunque para bromas, las que gastó Hunter S. Thompson, periodista y escritor, e inventor del llamado “periodismo Gonzo” (en el que el periodista se integra en la historia y forma parte de ella) en las elecciones a las que se presentó él.

Poco antes de cautivar a sus jefes de la revista Rolling Stone con su estilo periodístico, Thompson tuvo un coqueteó con la política. Fue en 1970, y se presentó a las elecciones a sheriff del condado de Pitkin, en Colorado. Iba por libre, ni con los demócratas ni con los republicanos, sino con una plataforma llamada “Freak Power”.

Entre sus propuestas estaba, primero, legalizar todas las drogas para acabar con los traficantes. Segundo, levantar todo el asfalto y que todas las calles fueran de barro y hierba, para estar más cerca de la naturaleza. También quería prohibir todo edificio demasiado alto como para tapar la vista de las montañas, y desmantelar todas las fuerzas policiales. Aunque su medida estrella era rebautizar Aspen, la capital del condado, como “Fat City”, la Ciudad Gorda, para así desanimar a los inversores inmobiliarios.

A pesar de las favorables encuestas, Thompson no ganó las elecciones por un desliz tras escribir un artículo en Rolling Stone sobre esta “batalla por Aspen” en el que revelaba su estrategia, y que digamos iba en serio con lo de jorobar al sistema, y el candidato demócrata, que era el que iba peor, se retiró para que el resto de votos de todos los q no eran “freaks” fueran a los republicanos.

Los debates fueron muy curiosos. El republicano era un exmilitar con el pelo cortado tipo ‘cabezabote’, ya sabes, a cepillo, y Thompson, que era un hippy, se rapó la cabeza entera solo para poder llamar al republicano “mi melenudo oponente”.

Finalmente, aunque logró el 44% de los votos, se quedó sin premio. Aunque gracias a ello nosotros hemos podido disfrutar su literatura posterior.

Quien no conozca a Thompson, puede leer su crónica sobre los Ángeles del Infierno, o su famoso libro Miedo y Asco en las Vegas, que luego el Monty Phyton, Terry Gilliam, lo llevó al cine con Johnny Depp y Benicio del Toro. Sus libros los edita Anagrama o sea que son fáciles de conseguir.

 
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