El niño más apreciado en Bruselas
El Manneken Pis, la estatua de un niño orinando, es muy querida por los bruselenses. El 10 de noviembre de 1965 la estatua desapareció y, ocho meses más tarde, la encontraron bajo las aguas del canal de Charleroi
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No deja de ser curioso tener como símbolo de tu ciudad a un niño desnudo orinando, pero mira, es la costumbre que tienen los bruselenses y hay que respetarla. Supongo que ya os podéis imaginar que estoy hablando del Manneken Pis. Manneken quiere decir hombrecito y pis, ya os lo podéis imaginar. Los primeros testimonios de una estatua de estas características en la ciudad son del siglo XV, pero fue rediseñado a principios del siglo XVII. Vamos, que lleva muchos siglos siendo la imagen que los propios habitantes de la capital belga identifican con su ciudad.
Pues imaginaos el disgusto de los habitantes de Bruselas cuando el 10 de noviembre de 1965, en el lugar donde normalmente encontraban a su estatua orinando agua, solo quedaban los pies de bronce del niño. No era la primera vez que les habían robado el Manneken a los habitantes de la capital belga. En 1817, un tal Antoine Licas la robó y fue detenido y sentenciado a trabajos forzados de por vida. En 1965, la cosa tenía peor pinta. Pese a los esfuerzos policiales no fue encontrada en las investigaciones posteriores al robo. Solo ocho meses más tarde, en junio de 1966, recibieron una llamada anónima avisando que la estatua estaba bajo las aguas del canal de Charleroi. Para mayor disgusto de los bruselenses, estaba rota en pedazos, y pasaron unos meses hasta que fue restaurada. Y ni entonces fue devuelta a su sitio. Se hizo una copia y el original se guardó en el museo de la ciudad, para ahorrar futuros disgustos. De momento, ahí sigue.