Los medios de transporte en los que deberían realizarse pruebas si se quieren controlar los contagios de COVID

Madrid

El anuncio de pedir pruebas PCR a los pasajeros en sus aeropuertos de origen llega tras un largo pulso político entre el PP, especialmente en Madrid, y el Gobierno central. Pero los números no indican que la movilidad internacional (ni siquiera la nacional) sea el problema que hay que atender.

La Comunidad de Madrid lleva meses diciendo que Barajas es "un coladero" de casos de coronavirus pero, tomando las cifras de la propia presidenta, Isabel Díaz Ayuso, el número de casos importados este mes ha sido de tres; el mes pasado, octubre, fueron 30; y en septiembre 13 entre los 12.187 pasajeros internacionales que pasaron por ese aeropuerto.

Desde que comenzó la pandemia –desde el 11 de mayo hasta el 8 de noviembre– Madrid ha notificado un total de 259.245 contagios y por Barajas han entrado 192, el 0,07%, por lo que no parece que Barajas ni los aeropuertos sean el coladero del COVID.

La movilidad en los aeropuertos está literalmente por los suelos. Según datos de AENA, en el de Barajas, el año pasado operaban 977 vuelos diarios. Hoy 268. El tráficio aéreo allí ha caído un 72% y el número de pasajeros internacionales ha pasado de 113.704 viajeros al día el año pasado a 12.187 ahora, casi el 90% menos. Nueve de cada 10 viajeros internacionales han dejado de venir y tres de cada cuatro españoles han dejado de volar.

Pero no es solo problema de Barajas. En toda la red de AENA (46 aeropuertos españoles) el año pasado operaron el triple de vuelos que este año. A fecha 28 de octubre, apenas volaron 1.352 aviones en toda España, el año pasado rondaban los 5.000 diarios.

Hoy hay 55.566 viajeros internacionales donde solía haber 421.000, un 87% menos, y apenas 87.000 pasajeros nacionales, un 60% menos. Por expresarlo de otra forma, el año pasado, a estas alturas el número de viajeros multiplicaba por ocho a los de este año.

Movilidad por tierra

Por tierra, la movilidad de larga distancia está parada. Tampoco parecen esenciales los controles en las estaciones del AVE. A fecha de octubre, entre 10 y 12.000 personas viajaban al día, según datos de Renfe. El año pasado eran 10 veces más: entre 110.000 y 120.000 viajeros. Es una caída del 90% en AVE y larga distancia.

Por tanto, si se quieren controlar contagios por movilidad hay tres puntos sobre los que actuar:

1. Cercanías de las grandes ciudades. La red de Cercanías opera en toda España al 50% pero en lugares como Madrid transporta todavía a diario a 350.000 viajeros al día. Apenas fueron 98.000 durante los meses del confinamiento (en marzo) pero, a día de hoy, esa cifra de viajeros se ha triplicado, según datos de Fomento.

2. El metro de grandes ciudades. El suburbano de la capital transporta en hora punta 136.696 viajeros, un número que sigue creciendo –un 3,1% más que la semana anterior—según el último dato del consorcio de transportes. En total, 1.047.664 viajes diarios.

3. La movilidad intraprovincial por carretera, algo casi imposible de controlar. El coche dentro de la misma provincia que a fecha del pasado martes sólo estaba un 18% por debajo de su nivel ordinario. El número de viajeros y kilómetros recorridos es el 82% de un día normal, según datos de Tráfico.

Quizás los remedios se están poniendo donde están las tensiones políticas pero no la sanitaria, que está en los Cercanías, Metros y carreteras.