Un día muy negro para Boeing
El 1 de diciembre de 1974, un Boeing 727 se estrelló en Virginia. Por la tarde, otro avión del mismo modelo se estrelló en Nueva York
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En 1974 habían pasado 71 años desde el primer vuelo de los hermanos Wright. Una persona nacida a principios del siglo XX habría visto como algo que parecía una quimera se convertía en un medio de transporte habitual para millones de personas. Esto no quiere decir que ni entonces ni ahora el momento de subir a un avión no comporte un cierto nivel de intranquilidad para una buena parte de los pasajeros.
Pero no son los únicos que ven con terror la posibilidad de un accidente aéreo. Cuando hay un accidente de autobús, es raro que repercuta negativamente en la empresa que lo construyó. La empresa que construye aviones, en cambio, sabe que las miradas acusadoras se dirigirán hacia ella de forma inmediata.
Teniendo esto en cuenta, pocos días fueron más negros para la historia de Boeing que el 1 de diciembre de 1974. Por la mañana, un 727 de Boeing se estrelló en Virginia, de camino a Washington. Los 85 pasajeros y los siete tripulantes murieron en el accidente. Si esto ya es suficiente para marcar en negro un calendario, esa misma tarde, otro avión del mismo modelo se estrelló en Nueva York. El único consuelo es que este avión, que iba a recoger al equipo de los Baltimore Colts, llevaba sólo tres tripulantes. Tampoco hubo supervivientes. Boeing, por su parte, consiguió, pese a todo, remontar el vuelo.