Dos exámenes: la Navidad y la vacuna
No sé si la formalidad de los millones de cumplidores será suficiente para neutralizar la informalidad de los inconscientes, pero necesitaremos mucha suerte para que las cifras no empeoren
La voz de Iñaki | 15/12/2020 | Dos exámenes: la Navidad y la vacuna. / VÍDEO: ROBERTO CUADRADO
Madrid
Tenemos dos exámenes inminentes, la Navidad y las vacunas. No es fácil aprobar el de la Navidad, que hemos decidido afrontar aflojando las restricciones, no como la bolivariana Angela Merkel. Y veremos si en el primer reparto de las vacunas, que tal vez se empiecen a administrar antes de Reyes, somos capaces de alcanzar el nivel de eficacia y coordinación que la situación requiere.
Dos exámenes: la Navidad y la vacuna
01:47
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1608017059392/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Hablemos de la Navidad. Una vez que las autoridades han dictado media docena de normas obvias y unas cuantas recomendaciones imposibles de controlar, endosado por tanto, el problema de la ciudadanía, quedamos en manos de nosotros mismos en la época más expansiva de las relaciones sociales.
No sé si la formalidad de los millones de cumplidores será suficiente para neutralizar la informalidad de los inconscientes, pero necesitaremos mucha suerte para que las cifras no empeoren. En las vísperas ya están empeorando .
Vacunas. Es un chequeo general al Estado y al Gobierno. Se examina la capacidad logística y política del Gobierno, tanto en la planificación, gestión y control del proceso de vacunación como en la dirección política del mismo. Y se examina el Estado porque se va a poner a prueba desde la solidez de nuestra estructura sanitaria, hasta la cohesión de las comunidades autónomas. Hemos demostrado gran capacidad organizativa en acontecimientos de mucha mayor complejidad, de manera que podemos confiar. Pero preparémonos, porque ya empiezan a moverse algunas prisas para singularizar esa feria de las vanidades autonómicas que padecimos en la desescalada y, junto a ellas, los viejos demonios familiares de la picaresca, de la chapuza, de la injusticia distributiva, de los favoritismos. Y esa tribu de los listos llenos de impaciencia y de indisciplina en un país en el que hay gente que se cuela hasta en la cola para ir a comulgar nos examinamos también de decencia.