La Historia tampoco ha cambiado mucho

Que los dos últimos siglos han sido movidos en la historia de España es algo que resulta evidente con solo echar un vistazo a la Wikipedia. El 31 de diciembre es un día muy apto para las revisiones, así que he escogido tres efemérides que hacen evidente que las cosas cambian, pero tampoco mucho.

Por ejemplo, el 31 de diciembre de 1850, hace hoy 170 años, un diputado llamado Juan Donoso Cortés hizo un valiente discurso en las Cortes, denunciando la corrupción que asolaba el país. Sus críticas al gobierno de Ramón María Narváez parece que convencieron incluso al interpelado, que presentó su dimisión ese mismo día.

24 años más tarde, las cosas no iban mucho mejor. Ese día el cambio de gobierno fue propiciado por otra gran tradición española: el golpe de estado. La primera república española, que había tenido una vida tan corta como tumultuosa, fue finalmente liquidada por el general Martínez Campos, que exigió la vuelta de ese otro gran éxito de la política española: los borbones. El 31 de diciembre de 1874 se forma el gobierno provisional que daría el visto bueno a la vuelta de la monarquía borbónica.

Y 28 años después, el 31 de diciembre de 1902, vemos otro incidente tan absurdo como constante: la política belicista fruto del orgullo herido por el imperio perdido. En este caso, con el gobierno mandando naves de guerra a Tánger, en el primer paso de lo que acabaría siendo la desastrosa Guerra del Rif.

Así que, para los optimistas, es un día para pensar que, dentro de lo que cabe, no estamos tan mal. Para los pesimistas, es la reafirmación de que los males de España son muy tozudos.

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