'Alves y Compañía', el bovarismo con sentido del humor
Por primera vez el adulterio sortea el drama con irónico humor y salva a la novela del tinte antañón
'Alves y Compañía', el bovarismo con sentido del humor
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José María Eça de Queirós nació en Póvoa de Varzim, en 1845 y murió en París, en 1900. Es el gran renovador de la literatura portuguesa del siglo XIX. Como diplomático se desplazó a La Habana, Newcastle y París, donde residió hasta su muerte. Admirador de Dickens, Balzac, Zola y sobre todo Flaubert, Eça de Queirós intentó cambiar la sociedad de su época a través de la literatura con un estilo preciso, elegante e irónico. Entre sus obras destacan 'El crimen del padre Amaro' , 'El primo Basilio' y 'Los Maia' (1888).
Tras su muerte, su hijo dio a la imprenta varias novelas inéditas de su padre, entre las que sobresale 'Alves y Compañía', escrita probablemente entre 1877 y 1889. 'Alves y Compañía' es una novela tierna, divertida y muy moderna. Un disfrute de principio a fin. Eça de Queirós trazaba en una carta los rasgos esenciales de la futura obra, de la que hablaba como de una "colección de novelas breves, sin exceder de 180 a 200 páginas, que fuese una pintura de la vida contemporánea en Portugal: Lisboa, Oporto, provincias, políticos, 'negociantes', hidalgos, abogados, médicos, todas las clases, todas las costumbres entrarían en esta galería".
Y más adelante añadía: "El encanto de estas novelas está en que no hay digresiones, ni declamación, ni filosofía: todo es interés y drama, contado rápidamente". Son estos, en efecto, los rasgos que caracterizan a 'Alves y Compañía'.
El adulterio sortea el drama con irónico sentido del humor
'Alves y Compañía' se apunta al bovarismo, pero por primera vez el adulterio sortea el drama con irónico sentido del humor y salva a la novela del tinte antañón que pesa sobre gran parte de la literatura del siglo XIX y la aproxima a la realidad que vive el lector de hoy en día. Puede que este título sea el más actual de todos los que salieron de su pluma.
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Otro de los aspectos que acerca la novela al momento literario actual es su desnudez o, más precisamente, el empleo de la elipsis para hacer avanzar el relato, sin concesiones barrocas al paisajismo exterior de los escenarios elegidos ni al interior de los personajes. Describe con pinceladas expresionistas la tipología de la burguesía portuguesa de su época y el ambiente de grandes cambios en el que se encuentra inmerso su país.
En 'Alves y Compañía' están el realismo de Balzac y el naturalismo de Zola, pero la ironía y el humor son de Eça de Queirós, que aquí parece empeñado en dar un paso por delante de sus dos maestros, a los que conoció y admiró durante su etapa como cónsul de Portugal en París.
Junto con Antero de Quental había protagonizado en su juventud una agria polémica desde la Universidad de Coimbra, en defensa de la renovación cultural portuguesa, acercándola a la realidad de las transformaciones sociales. Antero desarrolló un fatalismo poético que culminaría en su suicidio y Eça el afán por transformar la sociedad de su tiempo a través de la literatura.
La cultura como protagonista
Es curioso que tanto en esta obra como en el resto de las que componen la producción de Eça, incluida 'Alves y Compañía', tenga tanto protagonismo la cultura, concebida no solo como distracción sino también como reflejo de la penetración de las ideas renovadoras procedentes de Europa en la actividad social cotidiana. Con su ironía característica, Eça se ríe del viejo teatro lisboeta, de las óperas rancias y de los poetastros. Y sus personajes más audaces y liberales delatan esta condición a través de sus gustos literarios y musicales.
Existe una literatura portuguesa anterior y posterior a Eça de Queirós, como si hubiera estado predestinado a sacar del rancio baúl del pasado un modo de escribir que aún sigue vivo en nuestros días. Renovador y vitalista, ni siquiera la precaria salud de sus últimos años, ni la decepción ante la resistencia de la realidad a cambiar pese al empuje de las nuevas ideas sociales que él había hecho suyas, le impidieron al final de su vida fundar la importante Revista de Portugal, con la que entre 1889 y 1892 se esforzó por mantener un enlace desde su voluntario exilio diplomático con los países de lengua portuguesa. El tiempo, que es el crítico más severo e imparcial con todo texto literario, le ha respetado como solo hace con los clásicos.
La perfección de su adjetivación, capaz de recrear atmósferas y definir tipos humanos con una sola palabra, la maestría con que oculta la voz del autor, para ceder a los personajes protagonistas y secundarios el desarrollo de la acción narrativa, y su capacidad para encerrar el mundo que él conoció en las páginas de un libro, describiendo desde la pequeña Lisboa del XIX una realidad universal, hacen de Eça de Queirós y, en concreto de 'Alves y Compañía', una piedra angular de la mejor tradición novelística.
Este artículo contiene extractos de la nota previa y el posfacio de la edición de 'Alves y Compañía' de Reino de Cordelia