'Fast and Furious' vuelve con más familia, más coches y más testosterona
La saga de acción suma ya su novena entrega mezclando la acción desmedida, con el reggaeton y riéndose de sí misma
Madrid
En 2001 se estrenaba A todo gas, ese era el título traducido de The Fast and the Furious, película sobre delincuentes callejeros y cachirulos que vivían de hacer carreras de coches ilegales. Dominic Toretto (Vin Diesel) era el cabecilla de esa banda y Brian Oconnor (Paul Waker un policía que acababa pasándose a la pandilla
“Un cuarto de milla a la vez”, era el lema de ese macho protagonista que ha sobrevivido 20 años y nueve entregas después. Ha hecho kilómetros y kilómetros y la saga ha sabido leer en todo este tiempo el cambio en la industria del cine y las modas en las audiencias.
La primera película fue concebida a partir de la lectura del director Rob Cohen de un artículo de 1998 en la revista estadounidense Vibe que detalla el circuito ilegal de carreras callejeras. Su éxito en taquilla reflejaba que en aquel momento los estudios apostaban por la acción real y tangible, como Oceans eleven o Training day, y no tanto por efectos visuales o la construcción de universos en la que andamos ahora
La segunda entrega se fue a Florida y al estilo Miami, con referencias incluso al spaghetti western. La tercera nos trasladó a Japón. La cuarta llegó en 2009, un año después de que Marvel estrenará Iron Man, su primera película. Lo que significó entrar en otra era, la de los superhéroes, el ordenador y el universo compartido. De ahí que la cuarta entrega reuniese a los personajes de las películas anteriores como si fueran los vengadores
Con la quinta, ya en 2011, llegó la gran popularidad. La serie cambiaba el enfoque, dejaba las carreras para centrarse en la acción de alto riesgo con espionaje internacional. Acción y narrativas excesivas, con mucho melodrama, casi telenovelesco y con giros narrativos.
¿Qué es lo que le ha dado éxito estos 20 años? Dicen que haber mantenido la esencia de la saga pero adaptándose a los gustos de los espectadores. Una esencia que se basa en la testosterona, pero combinada con la ternura que ofrece el concepto de familia, que maneja hasta el musculado patriarca Vin Diesel. También su falta de pretensiones, no intenta buscar mezclas de géneros, ni temas importantes… sabe que todo se basa en la acción y la familia.
Y de todo eso hay y no poco en la novena entrega, la que llega después de la pandemia y en la que hay reencuentros, se dice muchas veces la palabra familia y persecuciones. Para el guionista, director y productor Justin Lin, que vuele a tomar las riendas de la saga por quinta vez, este regreso supuso una gran alegría, pero también era totalmente inesperado.
“Estaba convencido de que después de las cuatro películas que había dirigido, la saga había llegado a su fin para mí. Pero me desperté una buena mañana pensando que faltaba algo por explorar en la mitología Fast. Quizá lo que más me gusta de la franquicia es que las historias no se repiten una y otra vez, siempre van más allá. Es genial, pero pensé que había una forma de reunir las ocho entregas anteriores para contestar a algunas de las grandes preguntas que llevan haciéndose todos los fans desde hace años, preguntas que habían quedado sin respuestas... hasta ahora”, explica Lin.
Dom y Letty viven una vida apacible con su hijo escondidos en el campo pero un malo malísimo rubio y millonario ha vuelto para robar un botón nuclear y dominar la geopolítica mundial, no piensen mal, que Trump ya no está entre nosotros. Entonces estos chicarrones deciden impedirlo, a pesar de John Cera, Charlize Theron, Helen Mirren y más malvados. No dudan en pisar un campo de minas o incluso en ir al espacio, único lugar que le quedaba por explorar a la saga. Mientras salvan el mundo a ritmo de reggaeton son capaces hasta de reírse de sí mismos, con las referencias a los superhéroes, enemigos en la taquilla porque Viuda negra pisará el acelerador dentro de una semana, y hasta Star Wars. Todo para acabar ocmo siempre, con coronitas, con barbacoa, bendiciendo la mesa y rezando por mantener la familia unida.
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...