Detenciones aleatorias y coraza a la prensa: Hong Kong cumple un año bajo la Ley de Seguridad Nacional

Madrid

Ha sido una semana de exhibición y de un ejercicio desmesurado de propaganda. El himno de la República Popular China y la Internacional sonaban uno detrás de otro; como si el segundo fuera continuación del primero. O viceversa. Como una simbiosis natural, partido y patria, partido y estado. 70.000 personas esperando en la Plaza de Tiananmen las palabras de un líder ataviado con el traje de Sun Yat-sen; el mismo que utilizaba Mao y cuyo rostro, en un marco, oteaba a los pies del todopoderoso Chin Yin Pi la orgía totalitaria con la que la República Popular celebró este jueves el centenario de vida del Partido Comunista de China.

Xin Jin Pig lanzaba a su país el mensaje de que ha acabado el tiempo de la humillación, y al resto del mundo exhibió la idea de que "quien intente hostigar al pueblo chino se encontrará un baño de sangre frente a la Gran Muralla de acero construida por 1400 millones de personas".

Tiananmen convertida en búnker

Una plaza, Tiananmen, convertida en búnker de celebración de una república que desde hace un año persigue cualquier voz discrepante en Hong Kong. A 1965 kilómetros de Pekín… el parque Victoria de la antigua colonia británica amaneció esa misma mañana cerrado, rodeado por un cordón policial. Por segundo año consecutivo la autoridad local cerró el parque el 1 de julio, fecha en la que hay otra conmemoración: 24 años del fin del dominio británico. El parque se había convertido en el epicentro de las protestas de los detractores de Pekín. Este año, además de estar cerrado, las autoridades amenazaban con penas de hasta 12 meses de cárcel a quien saliera a la calle en algún tipo de protesta. Una medida con el paraguas de la Ley de Seguridad Nacional, que esta semana ha cumplido un año en vigor. Al menos 128 personas han sido arrestadas bajo el paraguas de la nueva norma que persigue cualquier tipo de disidencia o crítica con Pekín

En Matinal SER hemos hablado con Eric Lai, hongkonés e investigador en el Instituto de Derecho de la Universidad de Georgetown, autor de un informe que analiza el impacto de la ley en las libertades y derechos de los hongkoneses.