Paul Verhoeven defiende a su monja lesbiana: ''Es estúpido llamarme blasfemo"
El director ha respondido a la prensa sobre blasfemia, puritanismo y sexo en la rueda de prensa de 'Benedetta' en el Festival de Cine de Cannes
Cannes
Paul Verhoeven ha puesto en su sitio a los tuiteros exaltados con su película y a los periodistas que le preguntaban por ello. Benedetta es menos polémica de lo que se esperaba, la película sobre una monja lesbiana ha sido presentada en competición en Cannes y cuenta la historia de una monja lesbiana, manipuladora y desequilibrada en la Italia del siglo XVII, una cinta atacada en las redes, donde el director ha sido acusado de blasfemo.
"¿Cómo puedes ser blasfemo hablando de cosas que ocurrieron, incluso aunque fueran en el siglo XVII?", respondía con una pregunta a un periodista francés que le preguntaba por las acusaciones de blasfemia que algunos espectadores habían lanzado en Twitter, la red social. "Casi todo es verdad", precisaba el director, ya que el final de la película difiere del libro en el que se basa, un ensayo académico sobre las acusaciones de la Iglesia sobre las mujeres escrito por la historiadora Judith C. Brown y titulado Sor Benedetta, entre santa y lesbiana. "No puedes cambiar la historia, las cosas que pasaron. En este caso es estúpido llamarme blasfemo", terminó la respuesta a la pregunta.
Lo que más interesó a Verhoeven es que esos hechos, la relación sexual y amorosa entre dos mujeres y la posterior represión, ocurriesen en aquella época, en una atmósfera de religión católica, cuando el lesbianismo estaba prohibido y ni siquiera pasaba por la mente de la mayoría de los hombres. "En esa época muchos pensaban que era imposible. Hemos hecho muchos progresos y hay grandes diferencias entre entonces y hoy, por eso hice la película", decía.
Una película que juega con la polémica -Verhoeven es un experto con eso- en las escenas sexuales, protagonizadas por una estatuilla de una virgen modificada, y en los sueños de la protagonista con un Jesús al que considera su marido. "El proyecto fue complicado porque la historia tiene muchos niveles: religioso, político, judicial, sexual... pero todo lo que cuenta está en el libro, que se centra principalmente en el interrogatorio de las dos monjas, Benedetta y Bartolomea", reconocía.
Un texto muy detallado hasta en la parte sexual, lo que permitió elaborar un guion bastante preciso, a cargo de Verhoeven y de David Birke, con el que ya trabajó en Elle, el último filme del director, también presentado en Cannes y que causó una mayor polémica con su historia de violaciones.
Estamos en una época en la que la revolución sexual de los años setenta ha desaparecido, reflexionó el cineasta, responsable de títulos como Instinto Básico o Showgirls. La otra pregunta incómoda de la rueda de prensa ha sido la del enviado especial de The New York Times, que le preguntaba por los desnudos y las escenas de sexo. Respondían director y actriz protagonista, Virginie Efira. "A mí me parece un tema muy interesante la sexualidad. Paul Verhoeven es uno de los realizadores que lo ha tratado de la mejor manera que sabe. Estuvimos muy contentas de desnudarnos", decía. "En mi opinión, reintroducir el puritanismo es un error", afirmó, el director.
La actriz belga, todo un torrente de energía, se deshizo en elogios hacia el director y su forma de trabajar. "Lo que fue maravilloso con Paul fue la confianza absoluta en el trabajo del otro, en las propuestas que le podíamos hacer. Lo que encuentro maravilloso y elegante es que hay un velo de ligereza para luego contar cosas extremadamente profundas".