Los Juegos en pandemia: "Quizá no consigan grandes récords, pero tendremos muchas historias de superación"
Un estudio de la Universidad de Granada, dirigido por Juan González, analiza los efectos que ha generado el confinamiento en el rendimiento de los deportistas olímpicos
Los Juegos en pandemia: “Quizá no consigan grandes récords, pero tendremos muchas historias de superación”
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Madrid
Mañana se inauguran los Juegos Olímpicos de Tokio y los deportistas ya están puliendo los últimos detalles de las competiciones. Llevan años preparándose físicamente para unas semanas cruciales, pero también lo están haciendo a nivel psicológico. De hecho, estos Juegos son especiales por la prórroga pandémica que obligó a desplazarlos hasta este año. Los deportistas de élite se han tenido que adaptar al cierre de los centros de entrenamiento y han acondicionado sus casas para poder hacer sus ejercicios.
La Universidad de Granada acaba de publicar un estudio que refleja los efectos que ha tenido ese período en estos deportistas. Hoy hemos hablado en ‘La Ventana’ con uno de los responsables del informe, Juan González Hernández, que es profesor del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la universidad.
Para Juan González, estos Juegos van a ser especiales por todo lo que implican a nivel emocional: “Posiblemente, los deportistas olímpicos no consigan grandes récords, pero vamos a tener muchas historias de superación. Competir después de todo este tiempo les puede afectar en positivo, sobre todo porque, ya solo el hecho de poder competir es un premio para todos los que han pasado el confinamiento y han luchado para llegar hasta aquí”.
Las lecciones de la pandemia: autocontrol y resiliencia
Los deportistas de élite están acostumbrados a gestionar presiones internas y externas relacionadas con las competiciones. Desde el fallo de última hora hasta los abucheos en las gradas. Para ellos es fundamental tener un nivel óptimo de estabilidad psicológica: “Es un factor de equilibrio para mantenerse en la altísima exigencia. Esas capacidades que aprenden día a día les permiten soportar mejor una lesión de larga duración o un cambio de equipo, por ejemplo”.
Con lo que no contaban era con el cierre en casa: “El confinamiento ha puesto en valor la importancia del entrenamiento psicológico para responder a esto. Fue tan abrupto, que a todos les ha afectado por igual”. Aunque los olímpicos, en ese sentido, tienen más terreno ganado. Lo hemos visto con los gestos de desprecio de los equipos perdedores en la final de la Champions: “Si algo tiene el deportista de alto rendimiento es que la valoración de los resultados es más rica en cuanto a detalles. Los olímpicos trabajan cuatro años para jugársela en un día o en un minuto. Trabajan durante mucho tiempo a nivel psicológico para afrontar los momentos previos y los posteriores a la competición. Llegan mucho más preparados para esos momentos que los deportistas profesionales”.
Otra derivada de la pandemia es la de los estadios sin público. Para el profesor, eso no tiene por qué influir demasiado en las competiciones: “El público es una referencia más para el deportista, un elemento más de superación. Pero cuando se mete en la tarea, es capaz de escucharse a sí mismo y superarlo”. Más allá de las referencias externas, el deportista olímpico siempre será capaz de gestionar sus capacidades en cada competición.
