Agustín Jiménez, alma de rockero y corazón barroco: "Me emociono con Bach"

Madrid

Agustín Jiménez se define a sí mismo como un ingeniero del entretenimiento. Durante más de tres décadas le ha dedicado su vida a entretener de todas las formas posibles. Se le puede apreciar en todo su esplendor en la comedia ‘Perdido’ de Ramón Maduala, dirigida por Ignasi Vidal y protagonizada por Carlos Chamarro y él mismo. Estará hasta 22 de agosto en el Teatro Galileo, ahora Teatro Quique San Francisco.

Respecto a sus gustos musicales apunta: “tengo una lista de Spotify con cosas muy raritas” y siente que el rock sinfónico le define a la perfección. Su mujer, María Silvera Toscano es músico barroco y han compartido a lo largo de su vida la música y el humor. Tienen un Instagram en común en el que enseñan una parcela de su mundo.

La música es una parte esencial para entender a Jiménez. La canción de ‘Für Alina’ le relaja profundamente, aunque no sea nada nervioso. Esta personalidad templada le permite flotar con esta melodía y no pasarlo mal antes de actuar: “no tengo rituales, solo voy al baño”.

Pink Floyd y sus bajos influyeron en otros artistas como Camarón. Jiménez ha elegido en concreto ‘Shine on you’ porque: “con unos buenos cascos esta música me ayuda mucho a aislarme”.

Descubrió ‘Hot for a teacher’ de Van Halen en un episodio de Padre de Familia, en el que le recomiendan leer el libro de 1984 y buscando el audiolibro termina descubriendo 1984 de Van Halen. Peter se pasa el episodio escuchándola en el coche y a él le encanta hacerlo también: “conduzco con temple, pero para conducir tienes que llevar siempre una canción que tenga un ritmo bueno”.

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Es miembro de honor del Club de Star Trek e incluso ha comprado el uniforme para ponérselo de forma habitual. Fue a una feria “de estas frikis” y se encontró con personas que le preguntaron si era ‘Trekkie’ y les respondió que conocía unas cosas. Le pidieron un autógrafo y les dibujó una nave, por lo que le dieron la especial membresía.

Conoció a su mujer María en el teatro. Ella se ha asomado también en ‘la Ventana’ para compartir su historia. “Fui a verle y surgió el amor”. Les encanta escuchar Bach juntos. Ella se enamoró de él cuando le puso unos cascos con música, porque la interpeló el hecho de que él se emocionara con este autor. “Agustín llora cada vez que escucha a Bach” declaró la músico.

‘Bohemian Rhapsody' es una canción que sirve para “echarse un cigarrito” o para “sacarse la carrera”. Le encanta la energía de Queen porque forman parte de estos grandes artistas que investigan para “ir cambiando y mantener a su vez una esencia”.

Para ser transgresor es necesario “tener un trasfondo intelectual”. El artista considera esencial la formación continua y saber de filosofía y ciencia. “Es muy importante el detalle y ser detallista”. Cuando tiene que dar consejos a la hora de hacer un monólogo siempre dice “no te quedes en el primer chiste”. Para él es esencial tener un fondo.

Adora a Stravinski porque es un gran innovador. El estreno de una de sus obras terminó en tumultos: “Se pasó de frenada”. Erik Satie es otro músico que despierta su admiración. Ha elegido la canción de ‘Vexations’, obra que se debe tocar 240 veces. Fue el primer artista que insertaba objetos en el piano. “Cuando murió encontraron su piano lleno de mensajitos y 200 paraguas”. Le llamaban el “pauvre” porque no tenía dinero. Se ha despedido con una canción poco conocida de los Beatles, ‘Tomorrow never knows’.