La plaga de los ofendiditos
Vivimos tiempos conflictivos en los que las susceptibilidades de algunos acaban imponiéndose a los derechos de todos, ganados con mucho esfuerzo y no pocos sacrificios
Madrid
Esta es la era de los ofendidos. Vivimos tiempos conflictivos en los que las susceptibilidades de algunos acaban imponiéndose a los derechos de todos, ganados con mucho esfuerzo y no pocos sacrificios.
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Así que hoy toca militar en la libertad porque lo que está en cuestión no es si una artista, si Zahara, puede o no publicar un cartel provocador o si quien se siente ofendido, puede expresarlo con mayor o menor vehemencia. Esa no es la discusión porque en torno a eso no debería haberla.
Este no es un problema de carteles y de tuits sino de la apropiación del espacio desde una supuesta moral pública en la que los ofendiditos, que son la plaga de este tiempo, deciden qué se puede decir y cómo.
El problema no es la queja, el problema es la censura. Es que tenemos una ultraderecha hiperventilada que arrastra a una derecha acomplejada y que empuja a una izquierda amedrentada.
El problema es que se cede y se achica la libertad. El problema es que sabemos por experiencia que no estamos libres de la intervención de algunos jueces con togas que parecen sotanas. El problema, en fin, es que el vacío que deja el cartel solo está lleno de vergüenza.
Pedro Blanco
Llegué a la SER en 1996 y desde entonces he trabajado como editor en diferentes programas. He sido director...