Los niños de La Palma: "Ojalá tuviésemos ya una casa para guardar todos nuestros juguetes"
Aunque solo la inocencia que da la niñez puede ayudar a sobre llevar la situación, los niños de La Palma también se encuentran desolados y piden ayuda para poder encontrar un hogar cuanto antes
Madrid
“Desde que explotó el volcán lo he perdido todo, nuestra casa, el colegio, nuestra ropa… no nos llevamos casi nada. Todo lo perdimos. Ojalá tuviésemos ya una casa para guardar todo, nuestros juguetes…”, cuenta Darío, el hijo de Remedios, la mujer que se asomaba a ‘La Ventana’ el pasado miércoles para narrar su desgarradora historia, después de que su casa y toda su vida fuera devorada por la lava.
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Su hermana pequeña también es consciente de lo que está pasando, y cuenta apenada que no tienen nada. La pequeña, ha narrado cómo fue el momento en el que salieron de su casa sin saber por qué y se encontraron con la lava: "Vimos el río de lava y nos asustamos mucho". Los niños también piden ayuda para recuperar su infancia, y es inevitable que no acaben nombrando a sus juguetes, con la inocencia que solo la niñez les puede dar al vivir una situación como esta.
Sin ayudas, sin hogares y desconsolados
Varios de los vecinos que han sufrido las consecuencias de la erupción del volcán han contado su experiencia, y han narrado desolados cómo han vivido la situación desde la explosión de lava, cuando tuvieron que abandonar sus casas cogiendo apenas algunos objetos imprescindibles. De hecho, muchas de esas casas que componen el paisaje palmero son de autoconstrucción, hechas con el esfuerzo de los vecinos. Es el caso de Ascen, José Luis y Rosario, que aseguran que aunque han pasado solo cuatro días, parece que hayan pasado años. El corresponsal de la Cadena SER, Javier Rodríguez, las ha recopilado para que tengan un altavoz en el programa.
“Somos trabajadores humildes, casi siempre de un sueldo solo, si un mes podíamos poner 50 bloques los poníamos, el mes siguiente igual tocaba el seguro del coche… Mucha ilusión, mucho esfuerzo, todo para que... para nada”, narra desconsolada Ascen. Todos los vecinos coinciden en que el momento que más recuerdan es el de la explosión del volcán. “Ya explotó, corre, coge al niño, y salimos en estampida. Fue una pesadilla, un horror, los vecinos gritando: coged todo, váyanse”, explica la palmera.
Tampoco encuentran un piso de alquiler
Javier ha querido también recordar la situación en la que se encuentran Remedios y Enrique, que todavía siguen sin casa y con serias dificultades para reconstruir una vida desde cero. Llevo tres días buscando un piso de alquiler para poder estar con ellos y no hay manera. Solo pido que me alquilen un piso para poder llevar a mi familia”, suplica Remedios. El caso de Enrique es similar, su hermana, asegura, tiene una casa que se quemó en el incendio de El Paso hace un mes, y ahora no tienen acceso a ninguna otra vivienda.
Y aquí es donde los habitantes de la zona encuentran otro desconsuelo, y es que “mucha gente o ninguna ha recibido una ayuda, ese es el temor”, explican Ascen y algunas de las personas que están alojadas en un hotel. Otra historia desgarradora es la de José Luis, que aunque asegura que él lo lleva bien, le preocupa su hermano: “me siento mal por mi hermano, está con tratamiento psiquiátrico desde antes y con él no podemos hablar de nada de esto”.