"Putero": la campaña de concienciación de Albacete que llama a las cosas por su nombre y señala a los clientes
La ciudad de Albacete cambia el enfoque para hablar de prostitución y señala a los clientes con una nueva campaña que reza "Putero: si consumes prostitución, lo eres". El concejal de Igualdad, Manuel Martínez, se ha asomado a 'La Ventana' para hablarnos de la iniciativa
La Ventana a las 16h | 'Putero, si consumes prostitución, lo eres'. La campaña del Ayuntamiento de Albacete contra la trata de mujeres
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Madrid
“PUTERO: si consumes prostitución, lo eres”. La llamativa frase se puede leer en carteles que desde hoy se ven en las calles de Albacete, en Castilla La Mancha, como parte de una campaña de la Concejalía de Igualdad. “Hola putero”, decía también una campaña viral en 2017, con la que las mujeres de Towanda Rebels se dirigían directamente a los cuatro de cada diez hombres españoles que admiten haber pagado en alguna ocasión por sexo, de acuerdo con informes de la ONU sobre la trata de mujeres.
El concejal de igualdad de Albacete y responsable de la campaña, Manuel Martínez, se ha asomado a 'La Ventana' a explicar las razones que les llevaron a crear la campaña. También Zúa Méndez, de Towanda Rebels, ha querido volver al programa para celebrar esta nueva iniciativa, que ambos han coincidido, “llama a las cosas por su nombre”.
Albacete señala a los puteros
“No es tan valiente”, asegura Martínez sobre el lema. “Hoy Albacete en todas sus calles tiene carteles inmensos que dicen ‘putero’ en grande”, a lo que añade “si consumes prostitución y eres un putero, eres el principal sostén del sistema, gracias a ti se siguen explotando a mujeres y niñas en todo el mundo y en nuestra ciudad”.
Sobre la reacción de los albaceteños, explica el concejal, “hay un vecino por la calle que te lo aplaude o que te lo echa en cara, pero de momento está teniendo muy buena acogida”. Además, añade, “¿quién se va a ofender? Quien se ofende es quien se delata”.
Zúa Méndez, de Towanda Rebels, aplaude que el lema de la campaña sea tan directo: “Antes de nuestra campaña ‘Hola putero’ había mucha reticencia a lo que sigue calificándose de valentía, que es llamar a las cosas por su nombre”.
Para la activista “es inconcebible que en una sociedad en la que a todas las mujeres se nos ha llamado puta alguna vez, no se pueda hablar con propiedad y decir ‘eres un putero’”.
Legislar más allá de sancionar a las víctimas
Aunque a nivel local los ayuntamientos no tienen demasiadas competencias en este asunto, lamenta el concejal, en Albacete han constituido una mesa contra la explotación sexual “para saber, dentro del margen de nuestras competencias, qué podemos hacer”.
Legislar sobre este tema es complicado: “Aquí hace unos años se sacó una ordenanza municipal que sancionaba el ofrecimiento y el consumo de prostitución y lo que se ha conseguido es multar y sancionar a las mujeres, que son las víctimas”.
Para evitar que esto ocurra en su campaña, decidieron “poner el acento en que eso es posible porque hay unas personas que lo consumen”.
Méndez opina lo mismo, pero ve esperanza en la evolución del pensamiento en España sobre este tema: “Yo creo que el panorama ha cambiado para bien en una cosa muy sencilla, cada vez más mujeres y más hombres entienden que la prostitución no es compatible con una sociedad igualitaria, y estamos caminando cada vez más a un sistema abolicionista”.
Se necesitan planes para quienes ejercen la prostitución
“El abolicionismo es un plan ambicioso y que necesita tiempo y dinero, porque no sólo es perseguir al putero y multarlo, que también, porque entendamos por fin que esto es un delito”, añade la activista.
Explica que se necesitan planes para los casos, que ya ocurren, en los que estas mujeres son liberadas de situaciones de prostitución: “La policía después no tiene recursos para darles viviendas, ni trabajo, ni una inserción laboral real, ni papeles. Nos faltan herramientas reales.”
Ambas campañas demuestran el cambio en la mentalidad de la sociedad, y sobre todo, en la perspectiva con la que se abordan estos temas, señalando al victimario, en lugar de a la víctima.