Hablar de depresión para hacerla desaparecer: de las enfermedades mentales más comunes e invisibilizadas
Los autores Almudena Sánchez y Anxo Lugilde se asoman a La Ventana para hablar de sus experiencias con la depresión, enfermedad de salud mental que afecta a casi tres millones de personas en España
La Ventana a las 16h | Salud Mental: "Con la depresión dejas de dialogar con tu vida para dialogar con la muerte"
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Casi tres millones de personas en España tienen un diagnóstico de depresión, una enfermedad con la que conviven diariamente y sobre la que todavía no existe un discurso abierto y normalizado.
El periodista y politólogo Anxo Lugilde y la periodista y escritora Almudena Sánchez han descrito su experiencia con la depresión en dos libros publicados este año, y han querido hablar en La Ventana de esta enfermedad tan mencionada pero a la vez tan desconocida.
En “Fármaco” (2021) Almudena expresa sin tapujos sus pensamientos suicidas, que durante un tiempo fueron lo único que pasaba por su cabeza. “Me hace temblar escuchar eso ahora”, ha asegurado la escritora al escuchar lo que escribió en esa época, “ahora mismo no empatizo con esas afirmaciones mías, pero en el momento en que estaba sí”.
En 2019, 3.671 personas se quitaron la vida en España, síntoma más peligroso de los trastornos depresivos. “Estás pensando constantemente en la muerte, tú no dialogas con tu vida, dialogas con la muerte”, ha explicado Almudena.
También Anxo Lugilde habla en su libro, “La Vieja Compañera: Mis treinta años de lucha contra la depresión” (2021) de su visión de esta enfermedad, que compara con el Tercer Reich: “es totalitaria, sobre todo cuando llega al estadio al que yo llegué, que me atacó al cerebro, empecé a tener lagunas y se me quedaba la mente en blanco”.
La incomprensión, uno de los mayores peligros
Ambos escritores han coincidido en que una de las cosas más peligrosas de la depresión es la falta de conocimiento y empatía a la hora de tratar con las personas que la sufren. “La incomprensión y el estigma son muy graves, es que pueden llegar a matar”, ha explicado Anxo, “además no hay un perfil, le puede pasar a cualquiera”.
Para Almudena lo peor también es “la incomprensión que se genera alrededor. Tú estás gravemente enferma y es muy difícil que la otra persona entienda lo que te está pasando”. “Hay mucha desinformación sobre el tema, mucho tabú”, ha añadido.
Aunque le parece peligroso el discurso que en ocasiones se genera entorno a la depresión (destaca le han sugerido que no pensase en su enfermedad “incontables veces”), entiende por qué surge: “es normal, yo antes de pasar una depresión igual lo hubiera hecho así, pero te das cuenta cuando lo has pasado de que no, que tú necesitas otras cosas”.
Recibir apoyo para seguir viviendo
Ambos toman medicación, Anxo ha explicado que incluso participó en 2019 en un tratamiento experimental del Hospital del Mar de Barcelona con psilocibina: “Yo tenía un papel en el que ponía ‘remisión total’ y no tomaba nada, durante un año estuve de maravilla”. “Lo que pasa es que el papel era del 7 de noviembre de 2019, y no sé si en Wuhan pasaba algo” ha bromeado.
En su caso como en el de muchos otros, la pandemia y, sobre todo, el confinamiento, han empeorado su salud mental, aunque lo que te retiene, ha asegurado, “es la gente que te apoya”.
“El hecho de que haya gente que esté detrás, esperándote, queriéndote y pensando en ti es importantísimo”, ha coincidido Almudena, “porque en ese momento te das igual, lo que quieres es desaparecer”.
La conversación sobre salud mental y depresión, han reiterado, debe darse sin tapujos ni tabúes, para atacar directamente al problema que afecta a tantos millones de personas en todo el mundo. Con información y diálogo, han asegurado, tanto las personas que aún no tienen un diagnóstico como aquellos que sí podrán recibir más apoyo de sus entornos y encontrar, con ayuda, la luz al final del camino de esta enfermedad.