Historia de una frase que se perdió: descentralizar estaba en los planes de los 'padres de la Constitución'
Los 'padres de la Constitución' ya pusieron por escrito lo de que no todas las instituciones estuvieran en Madrid
La historia de una frase que se perdió hasta que se presenta con vida propia más de cuarenta años después
El borrador de la Constitución ya contemplaba llevar instituciones fuera de Madrid, / CADENA SER
Madrid
El debate de descentralizar instituciones, que no estén todas en Madrid, ha vuelto a la actualidad. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, explicaba el lunes en la SER que ha dado "orden" a sus ministros para que cuando se cree una nueva institución se busque "una ubicación fuera de Madrid". La presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, lo toma como un ataque, asegurando que Sánchez trata de "descentralizar y debilitar la soberanía de España".
El borrador de la Constitución ya contemplaba llevar instituciones fuera de Madrid
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Una frase que, finalmente, desapareció
Así que hemos ido a la Constitución para ver qué pone y nos hemos encontrado con una sorpresa. ¿Saben que los llamados padres de la Constitución, los ponentes, ya pusieron por escrito la idea de que no todas las instituciones estuvieran en Madrid? Eso estaba en una frase que, finalmente, desapareció... hemos seguido la pista a esa frase.
Año 78. Todo está por escribir. Los siete ponentes de la Constitución tienen que diseñar desde la forma del Estado a cuál es la capital. El artículo es corto y claro: "Artículo quinto. La capital del Estado es la villa de Madrid".
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Pero ese artículo no fue pensado así. Los siete llamados padres de la Constitución escribieron otra cosa. El borrador de la Constitución decía: "La capital del Estado es la villa de Madrid. Podrán establecerse por ley servicios centrales en otras localidades de España". El primer texto constitucional ya contemplaba por escrito la descentralización, que esos servicios centrales fueran a otros lugares fuera de Madrid.
Eso establecía el texto que adelantó aquel año 78 Soledad Gallego-Díaz en El País. La periodista explica qué podían tener en la cabeza los constituyentes: el Senado. Había entonces una corriente para, al menos, dejar la puerta abierta a que instituciones como el Senado pudieran estar en otra ciudad. Madrid era capital y ahí debía estar la jefatura del Estado, ¿pero por qué no pueden estar fuera otros estamentos?
En Gredos hicieron desaparecer la frase
Sin embargo, la frase desapareció. Y, de hecho, no llegó nunca a debatirse en el Congreso. A ese borrador se presentaron más de 3.000 enmiendas. Y los ponentes volvieron a Gredos, a verse en secreto. Allí hicieron desaparecer la frase. No sabemos cómo fue el debate porque no hay trascripciones, ni grabaciones.
¿Qué pasó con esa frase? Eso sólo lo pueden saber los ponentes de la Constitución. Pero, de aquellos siete que la redactaron, sólo dos siguen vivos.
Hemos hablado con los dos. Miquel Roca asegura que no recordaba el debate ni quería entrar en él. Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón sí recuerda. Explica que lo que pasa no tiene que ver con estar a favor o en contra, sino que el tema no tiene relevancia constitucional. Es decir: la Constitución no tenía que regularlo todo, porque si no no daban margen a hacer leyes posteriores. Remite Herrero y Rodríguez de Miñón al libro de una de las personas que más saben de la transición, Óscar Alzaga.
La explicación a por qué cayó de la Constitución la frase
El libro Comentario sistemático a la Constitución española de 1978 da la explicación jurídica a por qué cayó de la Constitución esta frase.
Ahí se cuenta que el hecho de que no se recoja la descentralización no es que la prohíban. Es al revés. Si tú pones que se podrán poner fuera de Madrid otras instituciones es como si estuvieras dando por hecho que, por sistema, todas se tienen que poner en Madrid. Y ese no era el espíritu constituyente, sino el contrario.
El caso es que, sin la frase, no debió de haber mucho debate en el Congreso cuando se votó el artículo sobre Madrid de la Constitución.
Sí lo hubo. Que Madrid tuviera que ser la capital nadie lo discutió en el Congreso. Este fue un artículo que adaptaron tal cual de la constitución de la República. Pero Alianza Popular pidió un mecanismo para compensar económicamente a Madrid. Porque Madrid salía perdiendo; le puso voz el diputado José Martínez Emperador: "¿Han calculado vuestras señorías los millones de pesetas que deja de percibir el Ayuntamiento de Madrid a consecuencia de que los edificios públicos de organismos oficiales, militares y religiosos, estén exentos del pago de las contribuciones municipales? ¿Han calculado el costo que supone para el municipio madrileño los grandes actos públicos como puedan ser la coronación de un rey o la visita de un presidente de otro estado?".
El hecho de ser capital perjudicaba a la ciudad, decía este diputado. El resto de partidos descartó incorporar esa compensación para Madrid en la Constitución, pero por lo mismo: no porque estuvieran en contra de estudiarlo, sino porque eso, en todo caso, no era asunto para ponerlo en la ley fundamental.
"Una manzana de posible discordia"
Había otro debate de fondo, porque estaban diseñando el dibujo de España y tenía que decidir dónde iría Madrid. ¿Comunidad propia? ¿Dentro de Castilla? ¿De qué Castilla? Hablaba Fraga de "una manzana de posible discordia", y el "problema de Madrid" ya lo estaba "envenenando", decía el político gallego.
Si daban a Madrid estatuto de capitalidad en la Constitución, estaban definiendo ya a Madrid. Pero por eso pedían esperar Solé Tura y Peces Barba, que lo veían "un problema prematuro".
Así quedó la cosa. Esta es la historia de una frase que se perdió hasta que, de pronto, se nos ha presentado con vida propia más de cuarenta años después.