Agustín Cerezales, hijo de Carmen Laforet: "La insatisfacción formaba parte del proceso de sus novelas"
Elvira Lindo nos acerca la historia de Carmen Laforet a través de su hijo, Agustín Cerezales, que acaba de editar 'El libro de Carmen Laforet. Vista por sí misma'
Radio Lindo | 'El libro de Carmen Laforet. Vista por sí misma'
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Madrid
Con ‘Non, je ne regrette rien’ comienza el Radio Lindo de este jueves. “Lo que ocurre con las escritoras que nos gustan es que uno imagina poder dedicarle una canción”, comenta Elvira Lindo. Y este ‘No me arrepiento de nada’ va dedicado a una de esas escritoras que marcaron la historia de la literatura española: Carmen Laforet.
Con apenas 23 años la escritora recibió un Premio Nadal por la que es su obra emblemática ‘Nada’, que aún hoy sigue siendo un éxito de ventas. Al ser una persona reconocida públicamente desde muy joven, llevaba una vida más apartada y todo ello creó un halo de misterio a su alrededor que suscita la curiosidad. “Estaba encantada de que sus libros fueran famosos, pero ella no tenía necesidad de ser famosa”, cuenta su hijo, Agustín Cerezales, que acaba de editar ‘El libro de Carmen Laforet. Vista por sí misma’, un libro que reúne textos, fotografías, manuscritos, recortes de prensa y correspondencia de la autora.
“La imagen que me queda es muy congruente con la que ya tenía, no me sorprende nada de lo que he encontrado. Era una persona muy agradable, simpática, muy profunda, respetuosa con todo el mundo... nos reíamos mucho, tenía un sentido del humor nada caustico”, cuenta Agustín.
“Se consideraba que la mujer no era capaz de crear, que la mujer solo era capaz de contar sus historias”
Laforet conoció el éxito al poco de publicarse 'Nada', pero también conoció la maldad y la envidia. Durante mucho tiempo se rumoreó que no lo había escrito ella, sino su padre, su novio, su hermano, un hombre, en definitiva.
Por esa discriminación hacia las mujeres, también le adjudicaban un tono autobiográfico que no tenía. “Le sentaba muy mal que dijeran que era Andrea, la protagonista. Le sentaba mal porque ella en Barcelona lo pasó muy bien y tuvo muchas aventuras de otro tipo. Andrea se inspira en ella... Pero esto de autobiográfico era una agresión machista. Se consideraba que la mujer no era capaz de crear, que la mujer solo era capaz de contar sus historias”, indica Agustín Cerezales.
“El amor es mi peso”
Aunque Carmen Laforet siempre cultivó la prosa, para su hijo era una especie de poeta. “No daba por terminada una novela hasta que esa novela sonara como un río claro”, argumenta.
El amor vertebra mucha de la correspondencia que se puede encontrar en este libro. En la breve frase: “El amor es mi peso”, de San Agustín encontró y condensó toda una definición.
Estela Bango
Redactora en 'Hoy por Hoy' y antes en 'La Ventana'. Pasé por Mediaset e infoLibre. Graduada en Periodismo...