Delirar a veces puede salirte caro, sobre todo, si no ves la realidad
La delgada línea que separa la realidad de los delirios se difumina más en algunos terrenos específicos como el del dinero
La difusa frontera entre delirio y realidad
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Madrid
Distinguir entre realidad y delirio puede resultar complicado. La línea que separa ambas categorías es muy fina y la confusión se asoma con facilidad en muchas ocasiones. El pasado mes de octubre Paqui Ramos y Juanjo Millás compraron criptomonedas, una inversión financiera que está llena de incógnitas y que invita a alimentar las dudas sobre lo que es real o delirante.
El dinero es un exponente de esta dicotomía que acaba por generar mundos paralelos. Rodeado de términos complejos, dinámicas propias, una volatilidad característica y nuevos elementos, como los bitcoins. Luís Garvía, director del máster en Riesgos Financieros en ICADE Business School afirma que “hay dos mundos claramente diferenciados, el de la sucursal con el señor de la corbata y el digital, donde las fronteras desaparecen completamente”.
<p>¿Una inversión? ¿Un futuro sistema económico? ¿Un salto de fe? Juanjo Millás experimenta con los bitcoins</p>
Luís Garvía también ha querido señalar que los problemas surgirán cuando “nos empecemos a tomar en serio todo esto de la realidad, la estaremos liando gorda”. Por lo que, a veces, el delirio puede ser un buen aliado.
