Dos años de la investidura de Sánchez: y el mismo guion desde el primer día
Aquel 7 de enero, Sánchez citó a Azaña y en el PP, en Vox y en Ciudadanos corrió un runrún, hubo codazos
Madrid
Hay veces que, en política, las cosas están escritas desde el principio. Hoy se cumplen dos años de la investidura de Pedro Sánchez. Hoy es eso que llaman el ecuador de la legislatura. Y en aquel pleno de investidura de hace dos años ya estaban las cosas de ahora. Estaban el tono bronco y las interrupciones.
Aquel 7 de enero, Sánchez citó a Azaña y en el PP, en Vox y en Ciudadanos corrió un runrún, hubo codazos: coalición de izquierdas y citas a Azaña, un escándalo, como si la República no hubiera sido democrática ni hubiera tenido también un presidente de derechas. Daba igual. La cosa era el clima.
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Dos años, con apenas un acuerdo a medias con el PP. Falta el poder judicial. Pero con dos presupuestos. Con pactos con la patronal. Con el aprobado de Bruselas, donde se reparte el dinero y donde el PP va a llamar radical a Sánchez, como hizo ya en aquel primer pleno.
El más radical de la historia. Dos años con ruido y problemas en la coalición, que retrasan proyectos sociales. Con pactos con Bildu pese a haberlos negado. En el camino, la izquierda abertzale reconoció el dolor de las víctimas. Esa parte también estaba en el guion de 2020, y esa parte no cambia.
El PP llegó a decir que con Sánchez ETA conseguía sus propósitos. Ya aparecía entonces eso que ahora nos suena tanto: el gobierno ocupa, traidor y otras cosas peores.
El gobierno socialcomunista, en una retórica de los años 30: porque quienes más critican la memoria histórica son los que no dejan de evocarla. Dos años, en fin, y una pandemia. Dos años en los que, en verdad, políticamente, más allá de los relatos de Iván Redondo, no se han roto muchas cosas. O no se han roto tanto, en todo caso, como aquella línea que unía Génova con la Puerta del Sol.