Nico Williams dinamita la Supercopa ante un plomizo Atlético
El más pequeño de los hermanos Williams firma un final para recordar, poniendo al Athletic, vigente campeón, en la final tras ganar al Atlético de Madrid (1-2)
Nico Williams celebrando el gol de la victoria / Getty Images
El Athletic de Bilbao defenderá el título contra el Real Madrid tras remontar ante el Atlético de Madrid (1-2). El encuentro, de un ritmo extremadamente lento, lo cambió por completo Nico Williams en el último cuarto de hora.
Los mejores momentos
Tras el emocionante Barcelona-Real Madrid de la otra semifinal, Atlético de Madrid y Athletic se propusieron igualar las fuerzas con el otro partido pese a no tener el cartel que sí posee el Clásico. Como un gancho al mentón, directo y conciso, el encuentro comenzó con un gol de Joao Félix a los ocho segundos. Pese al shock inicial, el vigente campeón de la Supercopa podía respirar tranquilo, ya que el tanto estaba anulado por la posición antirreglamentaria del portugués.
Aun así, ese primer arreón se quedó en nada, siendo un espejismo de lo que venía. Si bien la tensión se podía palpar en el gélido ambiente del semivacío estadio King Fahd, las ocasiones brillaban por su ausencia. En uno de las pocos aciertos que hubo en la primera mitad, el Atlético reclamó sin fortuna un penalti sobre Thomas Lemar y el Athletic otro sobre Sancet. Y, sin entrar en la polémica sobre si eran o no, quizás ese podía haber sido el antídoto que requería el tedio en el que se encontraba el encuentro. Con poco más que las penas máximas no pitadas y las intervenciones de Sancet y Joao Félix (los únicos que querían seguir la estela de la otra semifinal), los jugadores pusieron rumbo a los vestuarios.
Más información
Después de los 15 minutos reglamentarios, los futbolistas volvieron al verde. El partido se jugaba al tratrán, en cámara lenta y con Marcelino y Simeone, dos expertos en que pasen pocas cosas cuando así lo pide el encuentro, contentos. Solo hacía falta un chispazo de talento, de exuberancia física, suerte o lo que fuese para romper el partido.
Cuando parecía el partido encaminado hacia la prórroga pese a la media hora de juego que quedaba por delante, ese ‘lo que sea’ tan necesario para el partido ocurrió. Un córner botado por Lemar lo cabeceó un imponente Joao Félix en el corazón del área, mandando el balón a la cepa del poste. Si bien la dirección era peligrosa, la potencia del remate no, yendo muy despacio. Unai Simón y Yeray se miraron sin saber qué hacer mientras el balón se acercaba a la red, acabando así la jugada en el primer gol del partido y haciendo un homenaje al plomizo ritmo del partido.
El Athletic empezó a verse entre la espada y la pared, estando más cerca el segundo de los del Cholo que el del empate. De esta manera entró Nico Williams, cambiando el rumbo el partido. En un visto y no visto, los bilbaínos despertaron de su letargo. Primero fue el empate de Yeray en el 77, dándole la moral necesaria a los de Marcelino, y casi cinco minutos después el pequeño de los Williams culminó la remontada con una gran definición. Con más de 80 minutos disputados, el partido por fin cogía ritmo.
Pese al asedio de los colchoneros en los últimos minutos, ese empujón de última hora que realizan los que saben que no hicieron los deberes a tiempo en el que le dio tiempo a Giménez para acabar expulsado, el Athletic puso rumbo a la final para defender el título de la Supercopa ante el Real Madrid gracias a un increíble Nico Williams. Después de tenerlo tan cerca, el Atlético pone rumbo a España con más dudas que certezas.
Los goles
El tanto de Joao Félix
El gol de Yeray
El tanto de Nico Williams
Víctor Diéguez
Periodista según la UCM. Pasión por el deporte y por sus historias.
