120 escolares ucranianos terminan el curso con nota

La Rioja

Se cumplen 4 meses desde que se iniciara la guerra en Ucrania, desde entonces, en La Rioja se han gestionado un total 493 protecciones temporales por parte de la Policía Nacional y hay120 niños refugiados que está escolarizados en la región.

El próximo lunes termina en La Rioja el curso escolar. Un curso que ha sido especialmente complicado para todos aquellos niños y niñas que llegaron a la comunidad huyendo de la guerra. Uno de los municipios que más personas de origen ucraniano ha acogido es Arnedo. En esta localidad, residían antes del comienzo de la invasión, el mayor número en proporción, de ucranianos y ucranianas de La Rioja.

Lo más difícil: el idioma

En el programa Hoy por Hoy La Rioja Baja, los pedagogos del IES Celso Díaz y el colegio Sagrado Corazón de Arnedo han realizado un balance positivo de lo que han sido estos últimos meses del curso, después de ejercer una labor de acompañamiento y apoyo psicológico con estos pequeños, que llegaban a España, con el miedo en los ojos. "Todo lo que sea acoger a estos alumnos e intentar trasladarles la mayor normalidad posible, dentro de sus circunstancias personales y sobre todo que los niños vuelvan a socializar y estar en un entorno amable, siempre es positivo. Para ellos queda también ese otro bagaje, a nivel psicológico y a nivel de recuerdo, de lo que tienen allí", explica Orlando Fernández, director pedagógico del Sagrado Corazón.

Juli Lozano y Cristóbal Muñoz son maestros de pedagogía terapéutica en el Celso Díaz. Este centro ha concluido el curso con un total de 7 escolares ucranianos. Ambos explican que la principal barrera ha sido la lingüística. "Parece que todos saben hablar inglés y no es así. Hemos intentado solventar este obstáculo con traductores o mímica", señalan.

Evolución diferente

Además según apuntan los tres docentes, las circunstancias y el perfil de cada alumno ha sido distinto. Orlando relata que al Sagrado Corazón llegó un alumno de 3 años por lo que su socialización no se basaba en el idioma. Algo muy distinto le ha ocurrido a otra alumna, más mayor, de cuarto de primaria. "Socializar e integrarse es más complicado", explica. Por tanto, la evolución de los alumnos, ha sido diferente en cada caso.

Reconocen los docentes, que con la llegada de fin de curso, tienen sentimientos encontrados. "Nos da pena que se acabe el curso. Ahora después de casi 4 meses, los alumnos empiezan a soltarse y a estar integrados". Según Orlando, los mejores deberes para este verano, son que los niños y niñas ucranianas puedan seguir relacionándose con sus compañeros durante las vacaciones.