"Todavía queda gente que comió el chocolate que se fabricaba en Munilla"

Logroño

La localidad riojana de Munilla fue un auténtico motor industrial de la región. Dentro de ese pasado, destaca la importancia que tuvo la fabricación de chocolate entre 1850 y 1950. En este periodo de tiempo, la localidad llegó a contar hasta con siete fábricas que comercializaban chocolate. Ahora, el ayuntamiento de Munilla quiere rendir homenaje a ese pasado con la creación del Museo del Chocolate. "Queremos crear un espacio para el recuerdo, y si se pudiese, completarlo con un obrador", explica el alcalde. Para Claudio García explica que este proyecto va a ayudar a traer turismo y fijar población en la localidad.

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno central, ha concedido una subvención de 767.251 euros al ayuntamiento de Munilla para la adecuación del edificio en el que se ubicará el futuro museo del chocolate.

Chocolateros

Los chocolateros de Munilla realizaron una producción importante y de gran calidad de chocolate, además de ser los primeros en industrializar su fabricación, gracias al uso de la fuerza motriz del agua del río Manzanares, moviéndola, primero, con norias mediante presas y acequias, para después utilizar máquinas de vapor y, finalmente, energía eléctrica.

Los primeros vestigios documentados relacionados con la producción de chocolate en esta localidad son contribuciones pagadas del año 1852, aunque hay autores que señalan que la producción comenzó en 1830 en esta localidad, en la que hay documentadas siete fábricas, entre las que destacan dos que fueron firmas centenarias con reputación nacional e internacional, "Francisco Enciso Ruiz" y "Chocolates Las Bargas".

La fábrica "Francisco Enciso Ruiz" fue la única de las siete que se menciona en la Contribución Industrial de 1852 y la primera que se construyó en el pueblo y, tal es así, que los chocolates producidos en esta fábrica tuvieron éxito comercial. En 1853, algunos periódicos de Madrid como El Clamor Público o la Nación publicaron publicidad de un chocolate superior de La Rioja hecho en Munilla; o en 1861, el Diario oficial de avisos de Madrid describió la clave de la bondad de este chocolate en crudo, que se comercializaba con y sin canela y que se elaboraba sin tostar el cacao para conservar su aroma. Esta empresa ha sobresalido también en varias exposiciones internacionales con medallas de oro en la Exposición de Filadelfia de 1876, o París en 1878 y Chicago (Estados Unidos), en 1894.

Chocolates Las Bargas, a pesar de las modestas dimensiones de su fábrica y su molino, fue proveedora de la casa real de España en tiempos del rey Alfonso XII y fue reconocida con 12 medallas en exposiciones nacionales e internacionales.