La Rioja inicia este mes la formación para prevenir las conductas suicidas en los centros escolares

Es una dura y triste realidad que les adelantó la Cadena SER de La Rioja. Durante el mes de febrero, en solo una semana, se registraron hasta siete intentos autolíticos entre el alumnado de nuestra comunidad y se estima que suele haber uno o dos intentos de suicidio a la semana.

El consejero de Educación, Pedro Uruñuela, asegura que "es una de las consecuencias no previstas de la pandemia", por un mayor uso de las redes sociales y con el cambio en las relaciones personales, los menores se han sentido "menos acompañados". "Estábamos muy preocupados y nos ha llevado a acelerar la presentación del protocolo los casos que hemos tenido últimamente en La Rioja. Tenemos que tomar medidas y tenemos que prevenir", ha remarcado Uruñuela antes de afirmar que "afortunadamente, esta semana no tenemos noticia de ningún intento".

Formación sobre el suicidio en los colegios

El próximo viernes 17 de marzo comienzan las reuniones entre Educación y los orientadores y equipos directivos de los 65 colegios e institutos de la zona centro. Posteriormente, se realizarán los encuentros con los centros de Rioja Baja y Rioja Alta. Hasta final de curso, los orientadores realizarán una formación práctica de 3 horas semanales, con el objetivo de identificar posibles conductas suicidas y saber cómo abordarlas.

En el protocolo se detallan las causas que pueden incidir en las conductas suicidas, las señales de alerta, los factores de protección, la actuación ante el riesgo de suicidio, además de instrucciones como preguntas que hay que hacer al alumno y saber cómo abordar la situación. "Los factores de riesgo y la señales de alarma. Pueden ser a nivel personal: el que está solo, el que no quiere participar en actividades grupales, el que se exige muchísimo y no puede, conductas adictivas... A nivel familiar los antecedentes familiares de suicidio, el abuso del alcohol y las drogas en la familia, los malos tratos y la violencia en el ámbito familiar", dice Uruñuela.

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Aprendizaje emocional

Desde Educación, se pone el foco en el aprendizaje emocional como un factor de protección ante las conductas suicidas ya que, insisten en que la labor del sistema educativo es actuar en la prevención ya que ningún maestro es experto en esta materia. Aún así, una vez detectados los riesgos, el objetivo es potenciar la labor de los orientadores en los centros.

"Identificar quién tiene que intervenir. Nosotros vamos a potenciar el papel de los departamentos de orientación y también el papel del coordinador de bienestar emocional y coordinador de prevención de la violencia. Plan de formación para capacitar a estos profesionales y sepan ver estas situaciones y que sepan qué información tienen que recoger cuando haya un caso".

Así, los profesionales educativos sabrán "qué información recoger" ante determinadas conductas, para después intervenir y derivar al alumno a la unidad de salud mental, si fuera necesario. Uruñuela también ha incidido en que los miembros de la comunidad educativa (profesores, equipos directivos y compañeros) no deben juzgarse ni culparse por las conductas suicidas de algunos alumnos, de modo que se realizarán acciones para "identificar las emociones" en el grupo y evitar "rumiar pensamientos".

"Que un chico o una chica que se quiera quitar la vida y tenga un problema salud mental. Hay muchas causas que están influyendo, tenemos que ser conscientes de ello sin quitar importancia y dándole el valor que tiene. Proporcionamos pautas para la comunidad educativa que ha sufrido un intento o un acto consumado de suicidio. Cómo deben de tratarlo a nivel personal el profesorado, el equipo directivo o los propios compañeros y compañeras".

Además de estas acciones, se ha designado a una coordinadora de salud mental y se ha contratado a cuatro psicólogos clínicos para reforzar la atención de los alumnos.