"Es necesario formar a profesionales y familias para atajar el ciberacoso entre adolescentes"
Una investigación de UNIR revela que el 41% de los escolares de 11 a 18 años padecen las consecuencias del acoso por redes sociales o el móvil
Entrevista a la experta en ciberasco, Vanessa Caba-Machado (14/05/2023)
Logroño
Los resultados de la investigación de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) no invitan al optimismo. Todo lo contrario. Revelen una situación cuanto menos preocupante. Cuatro de cada diez adolescentes sufre ciberacoso, en especial, las chicas. Así se recoge en el estudio que esta entidad ha llevado a cabo durante 13 meses entre 1.142 adolescentres de siete comunidades autónomas (Aragón, Castilla La Mancha, Castilla y León, Madrid, Comunidad Valenciana, País Vasco y Asturias).
La conclusión es evidente. "Creemos que es necesaria una mayor educación y formación dirigida a las familias y a los profesionales en estas cuestiones y también es muy importante invertir en recursos humanos implicados en la protección del menor, como es el caso de los orientadores escolares", asegura la investigadora del grupo de ciberpsicología de UNIR, Vanessa Caba-Machado.
La UNESCO establece una ratio de un profesional especializado en este campo por cada 250 alumnos. Sin embargo, "en España cuatruplicamos esta ratio ya que solo tenemos un orientador por cada 1.000 estudiantes".
Impacto en la salud
Otro de los resultados que "llama la atención, en especial", recalca, es que el 6% de los alumnos participantes era víctima de ciberacoso en el momento de hacer el estudio. "Esto afecta a la calidad de vida y a la salud. Es muy importante la reparación del daño que sufren las víctimas", añade.
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No obstante, esta tarea resulta complicada, ya que el ciberacoso se lleva a cabo, en la mayoría de los casos, de forma anónima; impide que la víctima se sienta a salvo en su propia casa, porque el acaso continúa por el móvil y redes sociales y resulta difícil dejar atrás el problema porque los mensajes siguen publicados en los dispositivos tecnológicos durante mucho tiempo.
Perfil de las víctimas
El trabajo explora el perfil de las víctimas del ciberacaso y clasifica a los participantes en no involucrados (los que no han sido víctimas durante los 13 meses de estudio) con un 59%; víctimas nuevas (24%), víctimas intermitentes (6%) y víctimas cesantes (5%).
“Estos resultados apuntan a la posibilidad de que se esté infravalorando el número total de víctimas de ciberacoso y ponen de manifiesto la necesidad de realizar estudios longitudinales que permitan conocer mejor la realidad de la convivencia en las aulas españolas con el fin de afrontar estrategias de prevención para acotar el problema”, explica González-Cabrera, autor principal de la investigación.
“Los estudios que se financian públicamente deberían tener diseños en los que los menores fuera evaluados a lo largo de un curso académico, al menos, y conocer la dinámica de estos procesos. Si bien es clave saber qué prevalencia de problema tenemos, lo es más saber cómo de estable es para quiénes lo sufren, y poner las estrategias necesarias en marcha para reducirlo” agrega el investigador.