"Muchos palestinos prefieren morir antes que seguir sufriendo este genocidio planificado"
Fares, un gazatí afincado en La Rioja desde hace 8 años, vive con angustia el sufrimiento de su familia, de la que ha perdido ya 11 miembros
Fares, un gazatí afincado en La Rioja desde hace 8 años, vive con angustia el sufrimiento de su familia, de la que ha perdido ya 11 miembros
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No es una solución, ésta puede que esté aún lejos, pero es una pausa en el escenario de horror que sacude Gaza desde hace ya mes y medio y que se ha cobrado la vida de 14 mil personas, 5000 de ellas niños. El gobierno de Israel ha pactado con Hamás una tregua de cuatro días y la liberación de 150 presos palestinos a cambio de que el grupo islamista libere a 50 de los más de 200 rehenes que permanecen secuestrados. Si no lo impiden los tribunales israelíes, se espera que este pacto entre en vigor este jueves.
Como decimos, no es el final del conflicto, e Israel así ha querido dejarlo claro, pero es una pequeña tregua de un ataque que no ha respetado ni población civil, ni campos de refugiados ni instalaciones sanitarias.
Fares es un palestino que vive desde hace ya años en La Rioja y que estuvo por última vez en Gaza este pasado verano, antes de que se desatara esta locura. Fares tiene a toda su familia allí, durante los bombardeos ha perdido a un hermano y a diez miembros más de su familia y nos cuenta la angustia con la que está viviendo este horror “mi cuerpo está aquí pero mi cabeza está permanentemente en Gaza, pendiente de las atrocidades de este genocidio planificado”.
Las pérdidas son irreparables, pero Fares reconoce que este primer acuerdo, aunque sea de mínimos, “abre una pequeña rendija a la esperanza”.
Espera que su familia pueda seguir viviendo, aunque asegura que es “imposible hacerlo con esperanza entre bombas y esta gran catástrofe”. La situación es tan dramática que muchas personas prefieren morir que seguir pasando este sufrimiento”.
Fares, que hasta hace 8 años que llegó a La Rioja, vivió toda su vida en Gaza, recuerda que “además de mi familia, tengo muchos amigos allí que lo han perdido todo, da igual que estés en el norte o en el sur de la franja, no hay ningún lugar seguro”.
Y hoy Fares alza su voz para hacer un llamamiento claro, porque también desde aquí se puede ayudar a todos los civiles que están sufriendo, “podemos hacer muchas cosas desde aquí, alzar la voz para que los países rompan las relaciones con Israel, conseguir que ningún país sea cómplice de este genocidio que se está produciendo en Gaza”.
