Bodegas Familiares asegura que las modificaciones en la Interprofesional apartan a los pequeños
Por su parte, UPA Rioja aplaude las modificaciones en el sector productor, pero no entiende que no se establezca el voto secreto para los agricultores
Bodegas Familiares asegura que las modificaciones en la Interprofesional apartan a los pequeños
Logroño
La Interprofesional del Vino de Rioja ha acordado por unanimidad una modificación en sus estatutos, culminando de esta manera el proceso de revisión de su sistema de representación y, por extensión, del Consejo Regulador de la DOCa Rioja, iniciado en 2022.
Este acuerdo se ha adoptado en una asamblea general extraordinaria, tras dos años de trabajo para redefinir el sistema de representación con el objetivo, según la interprofesional, de evitar duplicidades entre sectores de forma más eficaz y una representatividad de las bodegas que se aproximase más a la facturación económica real. Un acuerdo alcanzado entre el sector comercial y productor que define las nuevas reglas que funcionarán a partir de enero.
Hay dos cambios importantes. Por un lado, la representatividad de la rama comercializadora, que contempla la posibilidad de que prime el precio de la botella, pero siempre que este certificado por una auditoría. Por otra parte, en la rama productora, se evita que computen las hectáreas de sociedades que están participadas en más de un 25 % por bodegas comercializadoras y, además, se contempla que aquellas bodegas sin ventas en los últimos cuatro años puedan apoyar con sus hectáreas en el sector productor.
Luces y muchas sombras
Dos asuntos que no convencen por motivos concretos y diferentes a los más críticos con la representatividad, entre ellos, Bodegas Familiares y UPA Rioja.
Bodegas Familiares asegura que es bueno que se modifiquen los estatutos, aunque llega tarde. El vicepresidente de la entidad, Juan Carlos Sancha, considera buena la modificación de la rama productora, pero asegura que en la parte bodeguera “se ha llegado a un acuerdo para seguir apartando a los pequeños”. Juan Carlos Sancha señala que ellos apuestan por una representatividad económica real y no ficticia, porque no se valora el precio del mercado”.
Y en este escenario, aunque todavía tienen que reunirse, asegura Sancha que no ve factible volver a los órganos de representación”.
Sancha explica que “ahora hay una asignación por vino joven, crianza, reserva y gran reserva para todo el mundo igual, y da igual a los precios que tú vendas en el mercado, y ahora lo que se ha hecho es que sí, que aquellas bodegas que quieran que su peso tenga un voto ponderado más alto, porque venden a más del doble el precio del mercado, sí o sí tienen que hacer una auditoría de sus cuentas, una auditoría que para una bodega pequeña puede costar un mínimo de 4.000 euros y hasta 10.000 euros, pues a ver qué bodega, para poder votar en el Consejo Regulador, va a ser capaz, en este caso, de gastarse entre 4.000 y 10.000 euros, y no lo vamos a hacer nadie”.
Y, por otro lado, Upa Rioja se ha mostrado conforme con el acuerdo en el área de producción y por ello están satisfechos con la modificación. Algo que desde el sindicato agrario ya denunciaron y que ahora se ve reflejado con este cambio de reglas.
Néstor Alcolea, secretario general de UPA RIOJA, asegura, eso sí, que “lo que no entendemos es que no se haya atendido la demanda que hacíamos sobre que el voto del viticultor sea secreto. Algo a lo que se opone Arag Asaja y por ello, según Alcolea, no se ha aprobado, “no es comprensible que “en el año 2025, cuando se produzcan las próximas elecciones, los viticultores sigan teniendo que traer el voto a las oficinas de las organizaciones. Y de esta manera, nosotros saber quién nos vota o quién no nos vota, y que el voto, de esta manera, no sea secreto”.