La inestabilidad meteorológica y la humedad elevan el riesgo de oídio y ácaros en viñedo riojano

La Rioja

La semana comienza con una previsión meteorológica marcada por la inestabilidad. Así lo advierte Allende Martínez, ingeniera técnico agrícola y responsable del espacio 'A pie de campo', quien señala que "nos queda por delante una semana con bastante inestabilidad en un principio, puesto que aparecen y desaparecen las previsiones de tormentas, así que es complicado adelantar cuánto o no lloverá esta semana".

El oídio

En este contexto, Martínez pone el foco en el oídio o ceniza, una enfermedad fúngica que afecta especialmente al viñedo riojano. "Se trata de un hongo ectoparásito, es decir, que vive en el exterior de los órganos verdes de la cepa", explica. Según la experta, muchas de las variedades de Rioja son susceptibles a esta enfermedad, aunque hay algunas más sensibles, como el mazuelo y el verdejo.

El hongo comienza a desarrollarse a partir de los cinco grados centígrados, aunque alcanza sus condiciones óptimas entre los 25 y 28 grados. "La humedad ambiental es un factor clave. Una alta humedad favorece la esporulación, así como las lluvias finas a generar infecciones", detalla Martínez, que advierte que el mayor daño se produce en los racimos, donde el hongo detiene el crecimiento de la piel de la baya, provocando grietas y dejando paso a otras enfermedades como la podredumbre.

Tratamientos

"Es importante en este momento, en el que los brotes se encuentran entre 8 y 10 centímetros en muchas fincas, realizar el primer tratamiento preventivo para esta enfermedad", recomienda. Martínez recuerda que el año pasado ya se registraron muchos problemas con el oídio, por lo que insiste en mantener la vigilancia, sobre todo en las variedades más sensibles, y en realizar tratamientos adicionales si se consideran necesarios. "Hay muchas materias activas disponibles para tratar esta enfermedad y lo más importante es ir alternándolas para evitar resistencias", añade.

También destaca que existen numerosos productos biológicos además de los químicos, y señala que se puede consultar el modelo de riesgo del SIAR, disponible en la web del Gobierno de La Rioja, para planificar los tratamientos.

Araña amarilla

Junto al oídio, Martínez advierte también sobre la presencia de la araña amarilla, "un ácaro pequeño de color amarillo visible con lupa a través del envés de las hojas". Esta plaga puede causar manchas en las hojas (amarillas en variedades blancas y rojizas en tintas), llegando incluso a provocar defoliaciones en casos graves. "El año pasado hubo síntomas de esta plaga y por ello se recomienda revisar la población de la misma en este momento, entre ocho y diez centímetros, y realizar tratamientos si observamos que encontramos más de un 60% de hojas ocupadas por este ácaro", indica.

Acariosis

Por último, Martínez menciona la acariosis, otro ácaro mucho más pequeño que no es visible a simple vista. Sus síntomas más característicos son una brotación lenta, hojas deformadas y punteaduras en las hojas terminales. "Por ello también en este momento es muy importante, si el año pasado vimos problemas de ácaro, poner mucha atención y realizar los tratamientos necesarios para controlarlo", concluye.

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