José Luis Rabadán: "Una mujer víctima de violencia machista es aún más víctima si sufre adicciones"

Logroño

Una adhesión que tiene como principal objetivo abordar la confluencia de las situaciones de violencia de género en las que también hay consumo problemático de sustancias.

El vocal de UNAD La Rioja, José Luis Rabadán, explica que “esta comunidad GPS surge para abordar de forma integral y coordinada a situaciones en las que confluyen la violencia de género y el consumo de drogas", y el objetivo de la primera reunión, celebrada el pasado viernes, fue "ponernos cara y ver qué intersecciones y correlaciones podemos buscar”.

Entre el 52 y el 56 por ciento de las mujeres atendidas en UNAD han sufrido a lo largo de su vida malos tratos de violencia de género, por lo que Rabadán asegura que “no es posible abordar la violencia de género sin tener en cuenta todos los factores que agravan la situación de muchas mujeres, y uno de ellos el consumo problemático de drogas”.

El vocal de UNAD considera que “la implementación de esta comunidad en La Rioja puede suponer un esfuerzo en apostar por un modelo arraigado en las necesidades reales de la población así como para tejer alianzas sólidas con las administraciones públicas, profesionales de base y fuerzas locales para crear un ecosistema de atención eficaz, humano y cercano”.

Rabadán se muestra además convencido de que “este proyecto marcará una diferencia que generará cambios reales en la vida de muchas mujeres que, hasta ahora, no encontraban un espacio donde sentirse vistas y acompañadas”.

Acuerdos con centros de referencia

Uno de los problemas con los que se encuentra La Rioja para la puesta en marcha de centros que atiendan esta doble problemática de las mujeres es su tamaño, “tiene una población que es la que es y no podemos aspirar a centros como de los que disponen comunidades como Madrid, Cataluña o Andalucía; sin embargo, sí que se podrían elaborar propuestas para firmar convenios con otras comunidades autónomas para admitir a esas mujeres. Porque tenemos que ser conscientes de que una mujer víctima de violencia de género, si además consume drogas, es mucho más víctima, porque ese consumo hace que dependa todavía más de su agresor, hace que todavía sea más difícil separarla del agresor y vemos que son momentos de una mujer supervulnerable”.

Los datos que ofrece el Plan Nacional sobre Drogas en las encuestas de adolescentes de entre 14 y 18 años, prácticamente el consumo es igual entre chicos y chicas, e incluso hasta en alguna sustancia como el alcohol, más precoz en el caso de las chicas, pero luego hay un cambio. O sea, a esas edades hay más precocidad en el caso de las chicas, pero después las chicas, después de haber experimentado, lo dejan o empiezan a consumirlo de una forma más esporádica. Sin embargo, los chicos continúan. Además, con ese, vamos a llamarle, uso problemático. O sea, que se podría decir que las chicas en este sentido y en otros muchos son mucho más listas que los chicos”.

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