Beatriz Fernández, pediatra: "Falta cultura y educación nutricional"

Logroño

Desarrollada en el Departamento de Agricultura y Alimentación la tesis ‘Prevalencia de obesidad y síndrome metabólico en población preadolescente en La Rioja. Análisis de factores sociodemográficos, epidemiológicos, antropométricos, valores analíticos y mediadores inflamatorios’ ha sido dirigida por José Ramón Blanco Ramos, investigador del CIBIR.

Durante su investigación, Beatriz Fernández analizó diferentes parámetros de 340 niños de entre 10 y 14 años residentes en La Rioja. A través de encuestas y análisis clínicos, identificó que el 18,8% de los menores presentaba sobrepeso (11,5%) u obesidad (7,3%). Fernández explica que “la historia comenzó aproximadamente hace unos diez años con un estudio con el CIBIR, captando a más de 300 familias que quisieran colaborar desinteresadamente con niños que tuvieran entre 10 y 14 años. El primer paso era la colaboración de los pediatras de atención primaria. Captaban a esos niños y de esos 340 niños, aproximadamente 65 daban parámetros de obesidad, que fueron los que ya fueron remitidos al hospital para continuar con el estudio analítico”.

Marcadores para una detección precoz del riesgo

Uno de los aspectos más innovadores del estudio ha sido el análisis de marcadores inflamatorios. En su investigación, Beatriz Fernández halló una correlación positiva entre los niveles de leptina y el índice de masa corporal, así como entre el cociente leptina/adiponectina y la presencia de obesidad, “la segunda fase del estudio consistía en análisis de laboratorio. Lo que buscábamos era mediadores inflamatorios relacionados con la obesidad, buscando marcadores que nos ayuden a predecir qué niños están en riesgo. Se han encontrado relaciones con determinados marcadores, y luego también un punto un poquito innovador en esta tesis ha sido que hemos estudiado una proteína de reciente descubrimiento, la proteína que estaría relacionada con antienvejecimiento, estrés oxidativo. Entonces, bueno, es como hemos puesto la primera semilla para una línea de investigación futura”.

A la luz de los datos, esta investigadora echa de menos una mayor cultura y un mayor peso en el ámbito educativo de la información nutricional, “la lactancia materna, últimamente hay programas que la está potenciando mucho. Pero a los seis meses de vida, cuando entra ya la alimentación complementaria, ahí hay un vacío. Hay una atención primaria saturada, hay poca gente formada en nutrición, ahí entonamos el mea culpa pediatras y enfermeras de pediatría, una figura muy importante, el nutricionista. Sería muy importante educación nutricional en el colegio”.

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