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Berlusconi insiste en que no se arrepiente de sus insultos al eurodiputado alemán

Afirma que no ha pedido disculpas y que el ofendido es él

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha reavivado hoy la polémica por su apelativo de "nazi" al eurodiputado alemán Martin Schulz en su debut como presidente del Consejo Europeo al asegurar que ni ha pedido ni pedirá disculpas.

Contrariamente a lo que ayer dio a entender el canciller alemán, Gerhard Schroeder, Berlusconi ha repetido que el ofendido es él, antes de echar más leña al fuego y comparar a Schulz con un homónimo atolondrado sargento de ficción de un campo de concentración.

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Con estos planteamientos, el jefe del Ejecutivo italiano no ha retrocedido ni un milímetro de sus posiciones en la conferencia de prensa, junto a Romano Prodi, con la que ha finalizado la habitual reunión de la CE con el Gobierno que asume la Presidencia semestral.

"Ayer no pedí ninguna disculpa por el caso Schulz, sólo subrayé con fuerza que yo había sido el ofendido", ha dicho Berlusconi, quien ha vuelto a señalar que lo único que hizo el miércoles en el Parlamento Europeo fue replicar al "durísimo ataque" de un eurodiputado.

"No puede existir el derecho de ofender por una parte y no reconocer a la otra análogo derecho, más cuando se pronunciaron graves palabras contra mí y contra mi país, ilustrado como un país donde no existe la democracia", ha subrayado.

Schroeder había dado por cerrado el conflicto, tras señalar que Berlusconi le expresó su "pesar por la elección de las palabras y el concepto" usados con el eurodiputado Schulz.

El Jefe del Gobierno italiano ha rectificado hoy a su colega y ha afirmado que no le pidió excusas, sino que simplemente le expresó ese "pesar" por el hecho de que una "expresión irónica hubiera sido malinterpretada" y hubiera causado "un daño no deseado".

SÓLO ERA UNA IRONÍA

"No creo que nadie pueda sentirse ofendido por un frase que sólo quería ser irónica y que era un contrapeso a lo que estaba sucediendo en este momento", ha remarcado.

Este argumento ya se había recogido, prácticamente con las mismas palabras, en el comunicado hecho público por el Gobierno italiano poco después de la comparecencia de Schroeder, que parecía dar carpetazo a la polémica que ha polarizado el inicio del semestre de Presidencia italiana de la UE.

Para justificar su reflexión, Berlusconi ha dicho que Schulz le recordó, "por sus gestos y tono de voz", al sargento Hans Schulz de la serie televisiva Hogan's heroes (Los héroes de Hogan), una comedia de los años 60-70 ambientada en un campo de concentración.

En esta serie, protagonizada por un grupo de prisioneros de guerra aliados, el sargento nazi Hans Schulz (interpretado por John Banner) era un atolondrado gordinflón, al que todos le tomaban el pelo y cuya frase recurrente era "yo no he visto nada".

Siguiendo este discurso, el primer ministro italiano ha descartado dirigir cualquier tipo de disculpas al Parlamento Europeo, como hoy le pidió su presidente, Pat Cox, y se ha limitado a subrayar que por la Cámara legislativa de Estrasburgo "tiene mi profundo respeto".

La negativa de Berlusconi a pedir excusas y la defensa de su polémica intervención en el Parlamento Europeo han dejado en un segundo plano los agradecimientos y las muestras de formal cordialidad que intercambió con el presidente de la Comisión, Romano Prodi.

 
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