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La Red se defiende ante la ofensiva contra las descargas gratuitas

Surgen nuevos programas que permiten a los usuarios de redes de intercambio ocultar su identidad

Madrid

Empresas de España y EEUU han anunciado acciones legales contra quienes descargan de forma masiva música, películas o software en Internet. Una pequeña búsqueda permite encontrar en la red nuevos programas que afirman evitar que los usuarios sean identificados, lo que implicaría que nunca pudieran ser denunciados.

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Ayer, una treintena de empresas españolas de software anunciaron tener identificados a 95.000 internautas de nuestro país que había cometido delitos contra la propiedad intelectual, al utilizar las redes de intercambio de ficheros -P2P, siglas en inglés de peer to peer, que puede ser traducido como de "igual a igual" o "entre iguales"- para obtener gratis, e ilegalmente sus programas.

Landwell-PwC, despacho de abogados que representa a estas compañías, afirma que el número de denunciantes sigue creciendo, y que presentarán querellas en breve contra los internautas que más descargas han realizado. Un anuncio similar fue realizado el pasado miércoles 18 de junio por la Recording Industry Association of America (RIAA), la asociación que reúne a las grades productoras discográficas estadounidenses.

En ambos casos, las denuncias no han sido sustanciadas aún ante la Justicia, pero cuando se decidan a hacerlo, las empresas de software, música o cine deberán identificar de forma inequívoca a quines acusan de robar sus productos.

En la actualidad, las redes de intercambio de ficheros dejan al descubierto -con mayor o menor dificultad- la identidad de sus usuarios. De hecho, las empresas españolas que ayer anunciaron acciones legales también revelaron que han desarrollado un programa que permite identificar al pirata y rastrearle por la Red, hecho que ha planteado ya algunas dudas de legalidad, pues la privacidad de las comunicaciones electrónicas está protegida por la ley.

En los foros especializados se discute hoy si las amenazas son reales o son una simple medida publicitaria. De tratarse de lo segundo, el efecto buscado no será logrado, al menos a corto plazo.

Tras la denuncia de la RIAA, Kazza, uno de estos programas, no ha visto reducido su tráfico, que sólo se redujo significativamente en las 24 horas posteriores al anuncio de las discográficas. Entre el día 18 junio y la noche del 20 tuvo en torno a 10 millones menos de descargas que normalmente, lo que sólo representa el 1% del tráfico habitual, según informa CNN.

Entre la tarde del miércoles 18 y el viernes 20 de junio, entre 3,4 y 4,4 personas se suscribieron a Kazaa, según datos de esta empresa. En total, existen en el mundo unos 160 millones de usuarios de redes P2P (60 en EEUU y 100 en otras partes de mundo-, y el número sigue subiendo. Pero la posibilidad de que un día alguien llame a la puerta y reclame el dinero no pagado puede hacer cambiar esta tendencia.

En todo caso, los internautas vuelven a demostrar que un enemigo pequeño y disperso se mueve mucho más rápido, como en todas las guerras. Y en Internet existe una guerra entre quienes defienden su derecho a "compartir" y a la copia privada, y las grandes empresas que quieren cobrar por sus productos.

Así, a finales del mes pasado aparecieron en Internet dos aplicaciones, Blubster y Filetopia, que aseguran garantizar la intimidad de sus usuarios, impidiendo que sean identificados. En la red empiezan a circular muchos programas P2P de este tipo: EarthStation -desarrollado en la ciudad palestina de Gaza por Ras Kabir-, Waste -creado por un emplado de AOL que colgó el programa en la red de la empresa sin el permiso de ésta, que ahora se esfuerza en evitar la proliferación de copias-, PeerGuardian, XS...

UN PRODUCTO ESPAÑOL

Blubster, curiosamente, ha sido desarrollado por un programador español, Pablo Soto, que dice garantizar la privacidad porque, al ofrecer los archivos, el usuario ya no puede ser identificado por quien descarga archivos. El que los ofrece, lleva a cabo una acción similar a "lanzar una botella al océano. El mensaje puede ser recogido o no por alguien, pero nadie conoce el camino seguido".

Blubster, eso si, tiene el inconveniente de incorporar spyware -programas que recopilan datos sobre la navegación-, pero la empresa que produce el software, Optisoft, ofrece una versión reducida de programa llamada "Piolet" que no los incluye. Además, según la compañía, no se recaban datos personales, sino comportamientos de uso que serán utilizados para mejorar el programa.

Napster murió como consecuencia del asedio de las discográficas, y de sus cenizas surgieron programas que evitaban el uso centralizado donde los intercambios se hacían de igual a igual, como eDonkey, Grokster o Kazaa. Ahora los productores de software se lanzan contra los usuarios de estos programas, pero antes de que se debiliten la nueva generación de P2P parece ya lista para una nueva batalla.

 
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