Los golpistas filipinos comienzan a rendirse
La presidenta Arroyo les había dado un ultimátum antes de recurrir a la fuerza
Los rebeldes que habían tomado el edificio residencial de lujo Oakwood, en el barrio de Makati en la capital, han comenzado a abandonar el inmueble, según fuentes militares.
El teniente coronel Manuel Frilles dijo a los periodistas
congregados ante el edificio tomado por los sublevados que al menos quince de los 20 oficiales renegados se han entregado a las autoridades.
Sin embargo, en medio de una gran confusión, y también en el
lugar de los hechos, otras fuentes militares no confirmaron este número de rendiciones e insistieron en que los rebeldes salieron del edificio para negociar. Las autoridades creen que entre 150 y 200 soldados están amotinados.
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La presidenta filipina, Gloria Arroyo, había dado de plazo hasta las 17:00 horas locales (11:00 hora española) a los militares golpistas para que se entregaran.
DECLARADO EL "ESTADO DE REBELIÓN"
El Gobierno había declarado el "estado de rebelión" en el país tras la intentona golpista. Con el "estado de rebelión", las Fuerzas Armadas tienen potestad para entrar por la fuerza en el edificio donde los soldados están atrincherados con armas y explosivos desde esta madrugada.
Esta figura jurídica, que no supone el "estado de excepción", prevé que el presidente, como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, puede suspender durante 60 días el privilegio del "hábeas corpus", lo que significa que se pueden practicar detenciones sin orden judicial. "Esto permitirá adoptar las medidas necesarias para tomar acciones contra los golpistas", recalcó Bunye en una rueda de prensa ofrecida en el palacio presidencial de Malacañang.
Antes de las rendiciones, las tropas leales al Gobierno habían rodeado el edificio con tanques y carros blindados y estaban listas para el asalto cuando la presidenta lo ordenara.
