Un atentado en un hotel de Yakarta deja al menos 16 muertos

Al menos 16 personas han muerto y otras 149 han resultado heridas en el atentado suicida con coche-bomba perpetrado contra el hotel Marriott de Yakarta, un establecimiento de lujo de capital y clientela estadounidense situado en el centro financiero de la capital Indonesia.

El ataque se ha producido en vísperas del primer veredicto por los atentados perpetrados el pasado noviembre en la isla de Bali.

El atentado tuvo lugar poco después de las 12:30, hora local, cuando, presuntamente, un kamikaze llegó a la entrada del hotel a bordo del coche-bomba y lo hizo explotar. Según el jefe de la Policía, general Dai Bachtiar, "había restos humanos en torno al vehículo", que más tarde fueron identificados como los de conductor del mismo.

AL MENOS 16 FALLECIDOS

Aunque algunas fuentes cifraron el balance en 17 muertos, por el momento las autoridades se mantienen en las cifras proporcionadas por la Cruz Roja Indonesia. Según esta organización, entre las víctimas mortales figura el ex director general de la filial indonesia del banco holandés Rabobank, Hans Winkelmolen, de 49 años de edad. Su sucesor, el canadiense Antonio Costa, con el que estaba reunido, resultó herido.

La Policía indonesia había anunciado anteriormente que un estadounidense, un australiano y un malayo habían muerto en la explosión. Sin embargo, el Ministerio de Asuntos Exteriores australiano ha negado que alguno de sus ciudadanos haya muerto en el atentado. Las autoridades estadounidenses también niegan que haya norteamericanos entre las víctimas.

Asismismo, la Cruz Roja precisó que entre los heridos hay dos estadounidenses, tres singapureses y dos australianos. Por su parte la agencia oficial Antara había señalado que entre los heridos figuran seis extranjeros: dos singapureses, un estadounidense, un australiano, un neozelandés y un libanés. El estado de algunos de los heridos es muy grave por lo que el balance de víctimas mortales podría aumentar en las próximas horas.

UN CRATER DE DOS METROS

La detonación dejó un cráter de dos metros de diámetro en el hall del hotel y provocó graves daños en sus primeras plantas (de un total de 33) y en los cristales. En la explosión resultaron alcanzados además un edificio de oficinas aledaño, llamado 'Mutiara Plaza', y un restaurante, así como varios vehículos aparcados en la entrada del hotel.

Según un testigo que cita el diario 'The Jakarta Post' en su edición electrónica, se registraron un total de cuatro explosiones y la más potente de todas fue la segunda. De acuerdo con este testigo, se registró una segunda explosión "unos 10 minutos después de la primera" que fue la que provocó el cráter en el suelo, concretamente en el restaurante del hotel. "También vi dos explosiones menores en los pisos superiores del hotel", añadió.

Los agentes consiguieron encontrar la matrícula del coche-bomba así como el número de serie del vehículo. Se trata de una mini-furgoneta modelo 'Kijang', una de las primeras pistas para localizar a los autores del atentado, que recuerda al ataque suicida perpetrado el pasado noviembre contra un hotel frecuentado por turistas israelíes en Mombasa (Kenia). En aquella ocasión murieron quince personas.

La presidenta indonesia, Megawati Sukarnoputri, se desplazó al lugar del atentado para expresar su condena en persona e interesarse por el estado de los heridos. El ministro de Seguridad, Susilo Bambang Yudhoyono, condenó el ataque desde el lugar de los hechos y expresó sus condolencias a los familiares de "las víctimas inocentes"; asimismo, prometió que el Gobierno tomará medidas inmediatas para encontrar a los autores.

Este nuevo atentado se produce dos días antes de que la justicia indonesia pronuncie su primer veredicto en el proceso contra los presuntos miembros de la Jemaa Islamiya, la red regional activa en el sureste asiático, acusados de haber perpetrado los atentados suicidas de Bali, el pasado 12 de octubre, en los que murieron 202 personas, en su mayoría turistas occidentales.

Como en aquella ocasión, el blanco del atentado han sido los extranjeros. En efecto, el lujoso Marriot, situado en el corazón financiero de la capital, es el punto habitual de encuentro de los empresarios estadounidenses. De hecho, el pasado 4 de Julio, con motivo de la fiesta nacional norteamericana, se celebró una fiesta en el hotel.