Internacional

Schroeder y Berlusconi dan por zanjadas sus diferencias

Tras un encuentro en Verona

El primer ministro italiano y el canciller alemán mantuvieron hoy una entrevista "muy amistosa" en Verona (Italia) con la que pusieron fin a la crisis diplomática que se inició en julio, cuando Berlusconi llamó nazi a un diputado germano en el Parlamento Europeo.

El encuentro entre ambos mandatarios se ha celebrado finalmente en la prefectura de Verona por razones de seguridad, según la prensa italiana. Versó sobre las relaciones bilaterales, cuestiones europeas y la futura Constitución de la UE, así como sobre asuntos internacionales: Afganistán, Irak y Oriente Próximo, precisó Berlusconi.

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Con esta reunión parece quedar zanjado el conflicto que crearon las declaraciones del primer ministro italiano en su presentación ante el Parlamento Europeo como presidente de turno de la UE. Berlusconi provocó un conflicto diplomático con Alemania cuando el pasado julio llamó nazi a un diputado germano en el Parlamento europeo. Como consecuencia de aquél incidente, Shchroeder canceló sus vacaciones estivales en Italia.

BERLUSCONI: "NUNCA HA HABIDO DETERIORO"

Berlusconi ha zanjado la polémica diciendo que "nunca ha habido guerra alguna con Alemania", que el polémico comentario lo hizo en "clave de humor" y que "ha sido la prensa la que ha magnificado esas declaraciones". "No podemos hablar de mejora de las relaciones entre los dos países ya que nunca ha habido deterioro. Las relaciones han sido siempre excelentes", declaró Berlusconi en una conferencia de prensa conjunta tras el encuentro de una hora con el canciller alemán.

"Italia es un país maravilloso. Nuestras relaciones son muy, muy buenas tanto en el plan económico como en los terrenos de la cultura y la ciencia, y esto vale también para los contactos interpersonales. Nuestra entrevista ha sido muy amistosa", recalcó por su parte Schroeder.

PLANTÓN EN LA ÓPERA

Anoche, el primer ministro italiano no acudió al que debía ser el primer acto simbólico de reconciliación entre Italia y Alemania, que debía tener lugar en el Circo romano de Verona con motivo de la representación de la ópera "Carmen".

"El Ministerio del Interior me previno de que podrían producirse comportamientos polémicos, por ello renuncié. Se trata de un acto cívico, porque así Schroeder disfrutó de una buena velada", se justificó el mandatario transalpino. El canciller asistió finalmente a la ópera de Georges Bizet acompañado por el presidente de la

Comisión Europea, Romano Prodi.

"QUEREMOS TRABAJAR EN COMÚN"

Respecto a la UE, ambos presidentes ratificaron su voluntad común de "mantener los plazos" sobre la adopción de la Constitución europea. La Conferencia Intergubermental (CIG) que debe iniciarse el próximo 4 de octubre en Roma "no deberá abrir una discusión sobre cada artículo.

Si no, sería imposible mantener los plazos", estimó Berlusconi, para quien es posible añadir en el texto "una, dos, hasta tres enmiendas como máximo" al trabajo hecho en 18 meses por la Convención sobre el futuro de Europa. Por su parte, Schroeder insistió en la voluntad de Alemania de adoptar la futura Constitución europea antes de que termine la Presidencia italiana de la UE, a finales de año.

"Queremos trabajar en común. El resultado de la Convención, para mí, debe ser adoptado tal cuál, sin cambios suplementarios. Creo que si empezamos a cambiar un punto, abriremos la caja de Pandora y no se mantendrán los plazos", anotó.