García Valdecasas, polémica delegada del Gobierno en Cataluña
La nueva ministra de Administraciones Públicas ha tenido que hacer frente a duras críticas por su gestión en Cataluña
Julia García Valdecasas, farmacéutica de 59 años, será la nueva ministra de Administraciones Públicas. García Valdecasas, barcelonesa, casada y con tres hijos, era hasta ahora delegada del Gobierno en Cataluña, donde ha tenido que hacer frente a varias polémicas.
La nueva ministra cuenta con la confianza del presidente del Gobierno, José María Aznar, y mantiene una buena relación con Mariano Rajoy, fraguada durante la etapa del ahora líder del PP en el Ministerio del Interior.
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García Valdecasas nació el 29 de enero de 1944 es hija del catedrático de Medicina y rector de la Universidad de Barcelona (UB) durante algunos años de la dictadura franquista. En la actualidad está casada con Xavier Añoveros Trías de Bes y tiene tres hijos. En 1967 se licenció en Farmacia por la UB y ejerció esta profesión durante diez años. En 1980 ingresó en el Cuerpo de Intervención y Contabilidad, transformado posteriormente en el Cuerpo Superior de Inspectores de Finanzas del Estado.
EXPERIENCIA
Tras ejercer varias responsabilidades, fue nombrada Interventora Regional de Cataluña en 1986 y delegada de Economía y Hacienda en 1992. Entre 1990 y 1994 fue presidenta de la Asociación Nacional de Inspectores de Finanzas del Estado. Igualmente, ha impartido clases en la Escuela de Hacienda Pública del Instituto de Estudios Fiscales y en el Instituto Nacional de Administración Pública. En 1996 fue nombrada delegada del Gobierno en Cataluña.
La nueva ministra formó parte de la Junta Directiva del R.C.D. Espanyol de Barcelona entre 1990 y 1991 y fue miembro de la Junta del Círculo Ecuestre entre 1993 y 1996. Se afilió al Partido Popular en 1991.
CARGAS POLICIALES
Su labor al frente de la Delegación del Gobierno no ha estado exenta de polémicas. Además de su sensible valoración a la baja del número de manifestantes en las protestas contra la guerra, fueron duramente censuradas diversas cargas policiales que ella autorizó: en la Universidad Autónoma en 1999 y durante la cumbre europea de junio de 2001, cuando la actuación policial contra los manifestantes antiglobalización se saldó con 22 detenidos, 32 heridos e importantes altercados en el centro de la ciudad.
