Internacional

El Reino Unido enviará 1.000 soldados más a Irak

Tras la oleada de ataques sufridos por las tropas

El Reino Unido enviará 1.000 soldados más a Irak que se sumarán a los cerca de diez mil que ya hay en ese país, anunció hoy el ministerio británico de Defensa. La medida se produce tras la ola de ataques y atentados que se han producido en Irak contra las tropas de la coalición.

Este nuevo contingente, que irá destinado a la zona de Basora -segunda ciudad de Irak-, procederá del segundo batallón de Infantería Ligera y del primer batallón de Boinas Verdes, según un comunicado divulgado esta mañana.

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Geoff Hoon ha anunciado hoy al Parlamento el envío de más de 1.000 soldados británicos a Irak, alrededor de un 10 por ciento de los que actualmente se encuentran en Irak (cerca de 11.000), durante una comparecencia en la que fue atacado por los conservadores y por el ex ministro laborista Robin Cook.

El ministro de Defensa indicó que en los últimos tiempos ha habido un "aumento preocupante" de las acciones terroristas dirigidas contra las tropas de EEUU y del Reino Unido, y que ahora lo principal es mejorar la seguridad en Irak a largo plazo.

"Queremos ver cuanto antes la trasferencia de las responsabilidades de seguridad a los iraquíes", insistió en varias ocasiones el ministro de Defensa. Pero el parlamentario conservador Bernard Jenkin acusó al Gobierno de tener un plan "caótico" con respecto a la reconstrucción de Irak y señaló que el envío de más tropas demuestra su "fracaso".

COOK REFUERZA SU POSTURA

El ex ministro Cook, que dimitió en desacuerdo con la invasión de Irak, indicó que "los que teníamos dudas sobre si era correcto invadir Irak en un primer momento, no hemos visto que este anuncio vaya a acabar con nuestras dudas".

El nuevo contingente de tropas, destinado a la zona de Basora -segunda ciudad de Irak-, procederá del Segundo Batallón de Infantería Ligera y del Primer Batallón de Chaquetas Verdes.

La decisión se ha tomado tras la ola de ataques y atentados que contra las tropas de EEUU y del Reino Unido y de que el ministro de Exteriores, Jack Straw, alertase al jefe de Gobierno, Tony Blair, de que era preciso un nuevo envío de soldados para evitar un "fracaso estratégico" en ese país.