Rechazo radical del plan Ibarretxe del PP y PSE y diferencias desde IU y EA
El PP lo considera una "herencia de ETA"
La respuesta de los grupos parlamentarios a la presentación del plan del lehendakari siguió el guión previsto. PP y PSE escenificaron un rotundo rechazo por considerarla dirigida sólo a los nacionalistas. Los socios de gobierno del PNV, EA e IU-EB, apoyaron la propuesta, pero aprovecharon el debate para marcar sus diferentes objetivos.
El portavoz parlamentario del PNV, Joseba Egibar, ha dicho hoy que, si finalmente no se atienden las decisiones del pueblo vasco, no habría otra opción que adoptar "una declaración unilateral".
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Además, aseguró que el Plan Ibarretxe logrará el doble de votos que consiguió la Constitución en Euskadi y apuntó que es "una obligación constitucional de Estado" negociar el nuevo Estatuto.
En su intervención en el pleno de política general, que se ha celebrado en el Parlamento vasco, Egibar señaló que su pretensión "no es imponer" su decisión, pero entiende que el Gobierno del Estado debe negociar.
"Lo que no es democrático es diluir o pretender diluir la voluntad del pueblo vasco en la voluntad española o en la voluntad del pueblo francés, porque si es pueblo, es pueblo, con derecho a decidir", apuntó.
Además, señaló que el Estado no puede decir "que no lo admite" y negar hasta "el registro de entrada". "Se va una vez, dos veces, pero ¿se han hecho ustedes la pregunta de qué salida le queda a una comunidad política que se define y decanta en determinada dirección y no se atienden sus decisiones?, pues el único referente que les queda es la comunidad internacional. ¿Y qué más? una declaración unilateral".
El líder del PP vasco, Jaime Mayor Oreja, aseguró que el proyecto de Ibarretxe es "una herencia política de ETA y una necesidad del movimiento nacionalista para la reagrupación del mismo". A su juicio, si el plan triunfa, se impondrá "el vértigo y la incertidumbre", puesto que tiene como única pretensión "asegurarse el poder para heredar a ETA cuando no puedan presentarse en la próximas elecciones autonómicas".
Mayor Oreja volvió a aludir a un "Estella dos" que no escucha "a los que pensamos como Ibarretxe, es decir, a todos los que hemos tenido que venir al Pleno escoltados". Aseguró que Ibarretxe ha presentado su plan con "coartadas fraudulentas": ni transparencia ni diálogo, ni reforma del Estatuto, sino "traición". El líder popular incluyó entre esas coartadas la de la paz, puesto que el Observatorio de los Derechos Humanos anunciado por Ibarretxe "era una cortina de humo".
El plan, añadió, "sólo puede prosperar al final con el apoyo de ETA y Batasuna y con la quiebra de las reglas de juego". Por eso, "tiene fecha de caducidad segura". En todo caso, pidió a Ibarretxe que presente el plan cuanto antes porque la prolongación es "perversa para todos y especialmente para la sociedad vasca". "Es una provocación para las víctimas del terrorismo, favorece a ETA porque le da la razón, hace daño a las empresas vascas y aburre y cansa a una sociedad hastía que se alejará de sus representantes políticos", sentenció.
UN AÑO PERDIDO
Patxi López, secretario general del PSE, lanzó duras críticas al Plan Ibarretxe. Dijo que sume a Euskadi en una "parálisis total", que está impulsado por "sus obsesiones particulares", que presenta una Euskadi "oficial de quien se escucha a sí mismo, se mira al ombligo".
Y aseguró que el último año, desde que el lehendakari anunció su proyecto, se ha "perdido" para la convivencia, el entendimiento, el avance político y el desarrollo social. Acusó a Ibarretxe de mentir, de "haber jugado al debilitamiento consciente del propio sistema democrático", de haber convertido al Parlamento en una "marioneta" del Gobierno vasco, y de someter el marco político al cambio permanente para que el nacionalismo mantenga el poder en el País Vasco. No se lograrán acuerdos, sentenció, mientras Ibarretxe sólo se reúna "con quien le da la razón y mientras se pretenda sustituir el entendimiento por la imposición".
"No le hemos oído decir que se compromete a deslegitimar los presupuestos políticos que sostiene a ETA", dijo, reprochándole que "humille" a las víctimas con su respaldo a Batasuna o cuestionando a la Justicia. El único obstáculo para la paz, dijo, es ETA y para combatirla hay que hacer "justo lo contrario de lo que usted propone".
Apostó por el Estatuto de Gernika como marco de convivencia que garantiza derechos y libertades, así como la capacidad de decidir "sobre más del 90 por ciento de los asuntos que afectan a la vida cotidiana".
El secretario general de EA, Gorka Knörr, manifestó su apoyo al Plan Ibarretxe y las propuestas recogidas en él que conjuguen "el necesario consenso social y los avances en el camino de nuestra emancipación nacional". Aseguró que el proyecto "sirve para avanzar", aunque EA quiere ir "más allá en términos de emancipación nacional y justicia social".
ESCOCIA Y QUEBEC, MODELOS
Knörr puso como modelos Escocia y Quebec y criticó que PP y PSOE tengan, "en casi todo y sobre todo en lo que se refiere al Estado una visión decimonónica y una obsesión enfermiza de controlarlo todo". El dirigente de EA hizo especial hincapié en la necesidad de adquirir competencias socio-laborales para ordenar y planificar la actividades económica vasca, "creando más riqueza para unas mejores políticas sociales, sanitarias y de protección social".
Oskar Matute, en representación de IU-EB, aseguró que el proceso para llegar a un nuevo marco "no se puede culminar de la noche a la mañana" y admitió que necesitará de un consenso mayor, tanto social como político, que el logrado en torno al Estatuto. Defendió la propuesta de Federalismo Libre de la formación de izquierdas y sentenció que "el modelo de la España tradicional está totalmente agotado".
Quiere IU-EB que el Plan Ibarretxe sea "el inicio de un proceso federalizante de España, conectado con las legítimas demandas que hoy están realizando otras nacionalidades y ciudadanos del Estado español. Aseguró que no se puede dejar la agenda política "en manos de ETA" y rechazó que el nuevo marco sea una imposición nacionalista.
La formación de izquierdas aboga por una gran participación ciudadana en el proceso y por que, como Ibarretxe, la presencia en las instituciones europeas de Euskadi sea directa.