El sida frena su descenso en España
El contagio entre heterosexuales es ya la primera vía de infección
Según el director general de Salud Pública, José María Martín Moreno, la epidemia en el país tiende a la estabilización, después de un descenso importante y sigue creciendo el número de nuevos casos por contacto heterosexual.
El año pasado se cerró con 2.329 nuevos casos de sida. De esta forma, esto signfica que desde que esta pandemia comenzó a ser diagnosticada, alrededor de 150.000 españoles tienen el anticupero de la inmunodeficiencia adquirida. La incidencia entre drogadictos que se inyectan heroína se ha reducido de forma drástica pero el contagio entre heterosexuales es ya la primera vía de infección.
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En el acto institucional organizado con motivo del Día Mundial del Sida, que se celebra el próximo 1 de diciembre, la ministra de Sanidad, Ana Pastor realizó una valoración positiva sobre la incidencia cualitativa de la infección en España.
Pastor recordó que cada año entre 3.000 y 4.000 españoles se infectan con este virus, en su mayoría por prácticas sexuales sin protección, que más del 25% de las personas infectadas en el país -se calcula que son más de 140.000- no saben que lo está y que un tercio de los casos diagnosticados ya no pueden beneficiarse de los tratamientos porque ya han desarrollado la enfermedad.
Desde 1981, año en el que se creó el registro, se han notificado 66.334 casos de sida. El año pasado, se produjeron 2.329 nuevos contagios, con una tasa de 57 por millón de habitantes.
RETRASO EN EL DIAGNOSTICO
Martín Moreno explicó que todavía se produce un retraso importante en el diagnóstico de la infección en un tercio de los casos de sida se notifican. En el 2002, un 37,7 de los nuevos contagiados se diagnosticaron tarde (heterosexuales un 62,6%, homosexual un 53,1% y drogadictos un 15,4%).
Por su parte, la vicepresidenta de Cruz Roja Española, Manuela Cavero, respaldó todas las acciones, tanto de la Administración, como del movimiento asociativo, encaminadas a evitar la discriminación y el estigma que persigue a los afectados, "fruto de la verg|enza y el miedo", un temor que, a su juicio, "contribuimos los médicos a expandir en el inicio de la enfermedad".
En el acto participó un afectado, Luis Morante, que a sus 34 años ha vivido media vida con el virus. Señaló que el colectivo malvive con la enfermedad, no por la atención médica, "que es de buena calidad", sino por la carencia de servicios sociales, por su mala situación económica y por lo que calificó de "sida social", "que discrimina al afectado en todos los aspecto de su vida", concluyó.